"El PSOE se pronuncia por la constitución de una República Federal de las nacionalidades que integran el Estado español por considerar que este estructura estatal permite el pleno reconocimiento de las peculiaridades de cada nacionalidad y su autogobierno a la vez que salvaguarda la unidad de la clase trabajadora de los diversos pueblos que integran el Estado español". Este texto fue incluido en las resoluciones del famoso Congreso de Suresnes que celebraron los socialistas en 1974. El partido tuvo que adaptarse poco después a la Transición y la Constitución de 1978. Las aspiraciones republicanas, también las del PCE, quedaban aparcadas. Algo que parece durar hasta el día de hoy. 

La posición de los socialistas sobre el debate monarquía o república la resume una respuesta del actual secretario de organización del partido, Santos Cerdán, en una entrevista con Público realizada el pasado mes de diciembre. "En el Congreso Federal del PSOE, en València, volvieron a evitar de alguna manera el debate sobre monarquía o república. ¿Siguen apostando por el modelo actual de Jefatura del Estado?", preguntaba este medio.

La respuesta de Cerdán fue la siguiente: "Sí, es el pacto que nos dimos en el 1978. No lo evitamos nunca, nosotros somos de alma republicana, nunca lo hemos negado, la gran mayoría descendemos de familiares republicanos y nuestro espíritu es republicano. Pero somos respetuosos con lo que pactamos y el pacto del 78 nos dotó de lo que hoy tenemos, esta monarquía. Por tanto, somos respetuosos con el pacto constitucional del 78 pero mantenemos nuestro sentimiento republicano, como es evidente y está reflejado en el 40º Congreso". 

¿Qué se aprobó en el último congreso? Pues un asunto parecido. "El PSOE se reafirma de forma clara y contundente en los valores republicanos y democráticos que ha defendido a lo largo de toda su historia, la igualdad, la libertad y la fraternidad, a la vez que confirma su lealtad al pacto constitucional de 1978 y a sus instituciones, que contribuyeron a alumbrar nuestra democracia y garantiza los derechos y libertades de la ciudadanía española". 

La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, fue preguntada este martes por Público en rueda de prensa por las posiciones del actual Ejecutivo. "Las consideraciones republicanas del PSOE no debo abordarlas en esta sala donde represento al Gobierno", señaló. En este sentido, consideró que la forma de Estado actual, de monarquía parlamentaria, es la más idónea, refiriéndose al pacto constitucional. El Gobierno de Pedro Sánchez ha dejado de momento aparcada la ley de reforma de la Corona, al menos no está entre sus previsiones para este 2022.  

Las Juventudes, a favor de un cambio en el modelo de Estado

Dentro de las filas socialistas destacan las habituales peticiones en los congresos de Juventudes Socialistas (JSE). La organización juvenil introduce de manera recurrente enmiendas sobre el asunto republicano para que sea incluido en las resoluciones del partido. En la misma órbita está la corriente interna de Izquierda Socialista (IS). Sus enmiendas, no obstante, quedaron fuera del 40 Congreso. 

En noviembre, el nuevo secretario general de JSE, Víctor Camino, afirmó que el asunto entre monarquía y república "es un debate que se va a dar más pronto que tarde". "Juventudes Socialistas tiene que estar en la vanguardia. Queremos decidir quién es nuestro jefe de Estado, pero vamos a hacerlo desde el rigor". añadió. 

Y este mismo año, en un manifiesto de la organización, se realiza "un llamamiento generacional para construir un sistema político republicano a medio plazo". El manifiesto recoge la voluntad de "pasar la página de la monarquía" por estar, según la formación socialista, "agotada por los escándalos y no ser útil para el país". Las juventudes proponen así "un itinerario de reforma constitucional con el objetivo de poner la primera piedra para celebrar un referéndum durante las próximas décadas". 

Los guiños simbólicos del PSOE a la II República son frecuentes. Así lo demuestra, por ejemplo, el manifiesto lanzado el pasado año, cuando se cumplía el 90 aniversario de aquel sistema democrático. Pero siempre mencionando la importancia de la actual Constitución. "La experiencia democrática de los años 30 y todo aquel impulso democratizador de la Segunda República, con sus valores y sus virtudes, se mantuvo en la memoria de los españoles y españolas del exilio exterior e interior y, tras la muerte del dictador, quedó plasmado en nuestra Constitución de 1978 que nos ha dado los mejores años de avance, progreso y modernización de nuestra historia contemporánea". 

Clima social poco propicio

"El PSOE es un partido que no suele anticiparse a los cambios sociales. Como dijo Zapatero, es el partido que más se parece a España y el que más se quiere parecer a ella", señala a este medio el historiador Diego Díaz respecto a las posiciones de los socialistas en esta materia. Las califica como "calculada ambigüedad" y  recuerda que son un partido que bloquea la investigación de Juan Carlos I en el Congreso. Para el historiador, el PSOE "no va a dar un paso en excepto si ven que hay un cambio social fuerte". 

Y en este punto reconoce que ese cambio social no existe por el momento. "La sociedad está muy dividida. Hay territorios con fuerte sentimiento republicano como País Vasco, Navarra o Catalunya y otros donde hay una adhesión fuerte a la monarquía", señala, apelando a la encuesta de la Plataforma de Medios Independientes publicada en este medio el pasado año. "El PSOE se va a mover en un republicanismo más memorialístico, sentimental, más simbólico, al mismo tiempo que protege los intereses de la familia real", añade. "Pero la propia sociedad española es así", apunta. 

Por su parte, para Paola Lo Cascio, politóloga y profesora de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona, el PSOE "se autorrepresenta como partido de Estado". "Interiorizan que la monarquía parlamentaria es una de las formas a través de las que se ancla el sistema del 78. Entienden que el sistema funciona de una manera. No tiene que ver con ser más de derechas o más de izquierdas, sino con jugar un papel en un sistema", afirma. 

En su opinión, el electorado socialista se va consolidando durante el tiempo con la idea de que el sistema del 78 es el mejor y con el recuerdo de que lo había antes era mucho peor. "Hay una conceptualización de ellos mismos como una pieza de este sistema. Los gobiernos de González y Zapatero reforzaron esa idea de que operan dentro de ese marco", añade. Comparte que el debate sobre el modelo de Estado no está del todo presente en la sociedad pero que sí lo hay en torno a la actitud de la Casa Real y en los límites o no que pueden tener. Y para terminar, lanza una pregunta en la que el movimiento republicano debe profundizar. "¿Hasta qué punto queremos tener como referente a la II República?".