La ciudad de Washington, en EEUU, acoge desde este martes la 75 edición de la cumbre anual de la OTAN. La cita llega en un contexto geopolítico complicado, especialmente por la guerra en Ucrania y los ataques de Israel contra Palestina. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viaja a la capital estadounidense con varios objetivos prioritarios en mente. Entre ellos, reforzar el papel de la Alianza Atlántica en el denominado "flanco sur". Es decir, el Sahel y el Magreb principalmente. 

No es un asunto nuevo. En la cumbre organizada en Madrid en el año 2022 ya se fijó este objetivo como principal. En esa cita se produjeron avances, como la elaboración de un documento con el que España se mostró muy satisfecho. Fuentes de Moncloa destacan que desde entonces se han dado más pasos positivos como la adopción de un plan de acción específico de la OTAN para el sur y el nombramiento de un representante especial para dar seguimiento y coordinación al mismo. 

Las mismas fuentes del Gobierno de Sánchez destacan que se busca ahora dar un salto cualitativo de la relación de la OTAN con el sur. Las amenazas que vienen del Sahel, según el Gobierno, tienen que ver con la inestabilidad en la zona y las acciones terroristas. Algo que, según estas mismas fuentes, requiere capacidad de defensa y seguridad de los países socios de la OTAN en la región sur. Por ello, defienden que todo lo que se pueda reforzar el diálogo y la mejora de capacidades será muy positivo para los intereses españoles. Entre esos países socios de la OTAN están Mauritania y Jordania. 

Sánchez participará en las sesiones formales de la OTAN, desde el miércoles hasta el jueves. También tendrá presencia en un foro de carácter público organizado por la división de diplomacia pública de la OTAN y varios centros de pensamiento internacionales. El tema a tratar será precisamente la dimensión de la OTAN hacia el sur. No está previsto, y no será el tema principal estos días en Washington, hablar de forma central sobre Gaza. Pero desde Moncloa sí advierten que la situación de violencia puede generar más inestabilidad en la región y por extensión a más zonas. 

A Sánchez lo acompañarán, como suele ser habitual en estas citas, la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Hay otras dos prioridades principales de la delegación española, según transmiten fuentes del Gobierno. Una de ellas es lanzar un claro mensaje de unidad y cohesión de todos los aliados en la defensa de la seguridad de los territorios europeos. Es decir, mantener una postura unitaria frente a Rusia y la necesidad de reforzar la capacidad de disuasión en el flanco oriental de la UE.

En este sentido, Sánchez se comprometió en 2022 a alcanzar en 2029 el compromiso de aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB. Un plan, que según fuentes del Gobierno, están cumpliendo por el momento de forma progresiva. Este asunto de los presupuestos de Defensa ha enfrentado más de una vez a Sánchez y el PSOE con sus socios de Unidas Podemos antes y ahora Sumar, así como con otros aliados de izquierda. 

En el ránking de inversiones en Defensa, España aparece porcentualmente entre las últimas posiciones de los países de la OTAN, Pero en Moncloa destacan que nuestro país crece por encima de la media. Del mimo modo apuntan que desde 2016 se ha aumentado un 77% el gasto militar, siendo el tercer país aliado que más lo ha hecho en ese periodo. 

La tercera gran prioridad para Sánchez estos días en Washington es transmitir la idea de reforzar los vínculos de complementariedad y coordinación entre la UE y la OTAN. Consideran en Moncloa que como consecuencia de este escenario de incertidumbre global, es más importante todavía reforzar las sinergias entre UE y OTAN. También quieren abordar estas relaciones con los países aliados de la zona Asia-Pacifico como son Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. 

Posible saludo al nuevo primer ministro de Reino Unido

Como suele ser habitual en este tipo de encuentros internacionales, Sánchez aprovechará para mantener alguna reunión bilateral con otros líderes. Moncloa confirma al menos tres por el momento, con los primeros ministros de Nueva Zelanda (Christopher Luxon), Noruega (Jonas Gahr Støre) y Montenegro (Milojko Spajić). La agenda en todo caso puede abrirse a más reuniones.

No está previsto un encuentro, más allá de un posible saludo, con el presidente de EEUU, Joe Biden. Una fórmula que prácticamente seguro se repetirá con el nuevo primer ministro de Reino Unido, el laborista Keir Starmer. Sánchez acude la semana siguiente a Reino Unido a la Cumbre de la Comunidad Política Europea. Ese podría ser un buen escenario para el encuentro, aunque todavía no está confirmado.