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Yolanda Díaz se cuela en el PP

El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ya no ignora a Yolanda Díaz ni a su proyecto político, Sumar. "Eso nos viene bien, mira lo que nos pasó a nosotros cuando nos dividimos en tres", dicen fuentes populares.

Yolanda Díaz Feijóo
Yolanda Díaz y Alberto Núñez Feijóo, en una imagen de archivo. Lavandeira / EFE

Hablaban mucho de ella en privado, siempre recordando lo "bien" que la conocían, y poco en público. La consigna era no darle importancia. Pero el Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo ya no ignora a Yolanda Díaz ni a su proyecto político, Sumar. Así, los populares han pasado de augurarle un fracaso estrepitoso a decir que Pedro Sánchez se escuda detrás del capital político de la vicepresidenta. O de no tomarse en serio su figura en el plano político nacional a preparar la última intervención en el Senado de Feijóo con su nombre en la cabeza.

"No se presenta para ganar, usted ya ha aceptado su derrota, solo le queda darse cuenta de que tampoco va a sumar", le espetó Feijóo a Sánchez el pasado miércoles. Ese "sumar" era un dardo a la vicepresidenta segunda del Gobierno, que escuchaba desde su escaño. No fue la única referencia a Díaz que hizo Feijóo desde la tribuna. También criticó al líder del PSOE que se dedicase a "aupar" a la ministra de Trabajo y le reprochó, irónico, que no le hubiese "preguntado opinión": "Algo de eso sé".

Esa crítica la había hecho ya, en términos muy similares, otro miembro de la cúpula de Génova: Miguel Tellado. Tellado, vicesecretario de organización del partido y con menos presencia mediática que otros dirigentes, dijo esto el pasado 8 de abril: "Se dedica [por Pedro Sánchez] a patrocinar las ambiciones personales de su vicepresidenta Yolanda Díaz". Lo hizo desde Narón, en Ferrol. Es la tierra natal de ambos. Por eso todos en el PP apuntan a Tellado cuando se trata de hablar de Díaz.

A un mes del 28M y a ocho de las generales, si el Gobierno cumple con el calendario electoral, el proyecto de la vicepresidenta va cogiendo forma — con la bronca con Podemos sobrevolando—y ya es una realidad a nivel demoscópico. El barómetro del CIS de este mes de abril preguntó por primera vez por Sumar: obtendría un 10,6% en estimación de voto y se convertiría en la cuarta fuerza política. Según el CIS, si uniese su papeleta a la de Podemos adelantarían a Vox. Esa pelea por abajo en la que se decidirá la tercera fuerza política es clave para darle la llave del gobierno al PSOE o al PP.

Así, los populares creen que ahora les "beneficia" elevar de categoría a Sumar y poner a Díaz en el foco. "Eso nos viene bien, mira lo que nos pasó a nosotros cuando nos dividimos en tres", dice un dirigente del partido conservador. Se refiere a la división que se produjo en el espacio de la derecha entre PP, Ciudadanos y Vox, cuando los segundos a punto estuvieron de darles el sorpasso.

Esa estrategia pasa por reconocerle a Díaz su liderazgo para enfrentarla —más— a Podemos, pero también a Sánchez. Por eso ha sido en Génova donde más importancia se le ha dado a una entrevista de la vicepresidenta en la que reconocía actitudes machistas en el presidente del Gobierno. "Que lo diga yo vale, pero que lo diga la vicepresidenta del Gobierno... Pues eso sí que es grave, que tu propia vicepresidenta te llame machista", valoró el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, en su momento.

El eco de las declaraciones de Díaz, que se emitieron el pasado 16 de abril y tampoco gustaron en el PSOE, no duró muchos días. Salvo para los de Feijóo, que colocaron este episodio como uno de los asuntos a tratar en el último debate entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición antes del 28M. Sánchez lo ignoró.

"Ya lo hizo"

Lo cierto es que tenía razón Feijóo al decirle a Sánchez que "algo" sabía de Díaz, cuya figura política no se entendería sin los encontronazos y debates parlamentarios que protagonizó con el actual presidente del PP en el Parlamento de Galicia, siendo él presidente de la Xunta y ella coportavoz de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE). Fue una confluencia creada tras el acuerdo entre la Esquerda Unida de Díaz y la Anova de Xosé Manuel Beiras. "Todo esto ya lo hizo ella en Galicia, lo mismo", repiten hasta la saciedad los colaborades de Feijóo que le acompañan desde la Xunta.

Pero Díaz nunca supuso un "problema" electoralmente hablando para el actual presidente del PP, que acumuló cuatro mayorías absolutas en Galicia. El escenario es otro ahora. El CIS de abril incluye a la vicepresidenta segunda del Gobierno como la líder mejor valorada, con un 4,87, por delante de Pedro Sánchez, un 4,43, y también de Feijóo, que se queda en el 4,03.

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