La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha inaugurado este miércoles en Madrid el I Congreso Internacional del Trabajo y ha fijado cuál debe ser el objetivo claro de este cónclave: construir una internacional laborista que combata las tesis neoliberales que "hacen que esté en juego la democracia".

Díaz ha protagonizado el acto inaugural junto a los secretarios generales de CCOO y de UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez. La cita reunirá durante el miércoles y el jueves a ministros y ministras de todo el mundo, legisladores, intelectuales de prestigio y representantes de sindicatos internacionales de las confederaciones sindicales de Europa y global (CES y CSI).

La vicepresidenta ha llamado a "construir una utopía laborista frente a las distopías reaccionarias". "No es casual que todos los mensajes que lanzan desde el cine, la literatura o la música sean distópicos. Necesitamos una imagen de un mundo diferente, construido a partir de décadas y siglos de luchas sindicales, de aquellas victorias que ya disfrutamos hoy y de las que todavía están por llegar", ha defendido.

A juicio de Díaz, "el neoliberalismo tiene una auténtica pulsión destructiva, es un pensamiento que corroe la democracia y donde mejor lo sentimos y lo vemos es en el mundo del trabajo". 

En este sentido, ha destacado la eficacia de los relatos del neoliberalismo para debilitar las luchas reales de los trabajadores: "Nos tienen debatiendo sobre si los salarios mínimos destruyen empleo mientras ni siquiera se cuestionan el reparto de dividendos en las grandes empresas. La democracia debe entrar en las empresas para que las personas trabajadoras se beneficien también de las ganancias y de la productividad", ha explicado.

"Un nuevo internacionalismo de los derechos laborales"

La ministra de Trabajo ha advertido de que "el neoliberalismo tiene la misma agenda en todas las partes del mundo; la reforma laboral de Milei en Argentina es la misma que la de Meloni en Italia o que otras reformas en decenas de países".

Por este motivo ha calificado el I Congreso Internacional del Trabajo como "un espacio para construir la esperanza y cuidar un nuevo internacionalismo de los derechos laborales, que tiene hoy más sentido que nunca".

El líder de CCOO, Unai Sordo, ha explicado que "la gran disputa de época" se basa en el ofrecimiento de "certezas" a la sociedad en un momento de incertidumbres ante el futuro. Por un lado, ha dicho, está el modelo de seguridad ofrecido por la ultraderecha "xenófoba, machista y clasista"; y por otro, ha apelado a la necesidad de reconstruir "un contrato social para el siglo XXI". 

"Esta disputa no es solo cultural, no es solo de relatos, y el trabajo está llamado a jugar un papel fundamental", ha concluido Sordo. Pepe Álvarez, líder de UGT, ha apelado a la "necesidad de defender el sindicalismo de clase democrático".

"No solo se trata de derechos laborales; los derechos son globales desde una perspectiva de ciudadanía. ¿De qué sirve negociar grandes convenios colectivos si un trabajador que alquila un piso le supone el 80%, el 90% o el 100% de su salario?", se ha preguntado.