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Más de 150 personas malviven en el principal asentamiento chabolista de Barcelona

Se trata de varios núcleos de chabolas a orillas del río Besòs, en el municipio de Montcada i Reixac, donde hay casi 800 construcciones, según datos de la Generalitat a los que 'Público' ha tenido acceso.

Un dels camins de la zona de barraques a Montcada i Reixac, a la llera del Besòs.
Uno de los caminos de la zona de chabolas en Montcada i Reixac, en la orilla del Besòs. Público

Son 157 las personas que viven de manera permanente y precaria en los asentamientos de la orilla del Besòs, en el municipio de Montcada i Reixac (Barcelona), aunque son cerca de 400 las que están ahí habitualmente para realizar diversas actividades, como cuidar de sus huertos o animales. Son datos de la Generalitat a los que Público ha tenido acceso y que ponen luz a la situación de infravivienda en este municipio del área metropolitana fronterizo con Barcelona.

El chabolismo en esta zona lleva tiempo en el punto de mira, especialmente desde la muerte de una pareja por la mala combustión de una estufa hace casi dos años, pero hasta ahora no había ningún censo ni de las personas ni de los usos de la zona.

157 personas viven ahí de forma permanente, pero más de 400 realizan alguna actividad

A raíz de estas muertes, las diversas administraciones con competencias en la zona empezaron una diagnosis que ya está terminada -aunque no se ha hecho pública- y que guiará un plan de acción aún sin concretar.

Una de les barraques on viu la família de la Julia, a la riba del Besòs al seu pas per Montcada i Reixac.
Una de las chabolas de una familia asentada desde hace décadas en la orilla del Besòs a su paso por Montcada i Reixac. Público

Poner cifras a una situación compleja

Los asentamientos se expanden dentro de 34 hectáreas a ambos lados del río Besòs, entre la carretera de la Roca, las vías del tren y la C-33. Hay habitantes que han vivido allí toda la vida, otros que van y vienen, algunos que tienen huertos y duermen en ellos ocasionalmente, y otros que han llegado recientemente empujados por la precariedad, la pandemia y las sucesivas crisis.

La muerte de una pareja forzó a las administraciones a iniciar el censo

Éste era el caso de la pareja que murió en enero del 2022, el detonante que empujó una vez más al Ayuntamiento de Montcada a pedir ayuda al resto de administraciones para abordar una situación que no tenía recursos para afrontar en solitario.

Albert Sales, investigador del Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona, definía a Público esta zona como "un terreno de nadie donde terminan las personas excluidas del mercado de la vivienda".

Precisamente tener una "foto más real" de esta realidad para hacerle frente era el objetivo de la diagnosis realizada conjuntamente por la Delegación del Govern de la Generalitat en Barcelona, el consistorio, el Consorcio del Besòs, el Área Metropolitana y la Diputación.

Jessica González, portavoz de la asociación Amics del Quart Món, apunta a Público que es "importante pero a la vez complicado" tener datos sobre las distintas formas de sinhogarismo. El registro global de la Generalitat no se actualiza desde 2016. "Que existan indicios de cuántas familias viven ahí nos da una idea, es importante para saber los recursos que se necesitan para atenderlas".

En esta zona hay peligros a nivel de seguridad, como los propios incendios -el último, hace tan sólo unas semanas- o inundaciones, pero también riesgos ecológicos como los nidos de avispa asiática y la amenaza medioambiental, por situarse a pocos metros del Parque Natural de la Cordillera de la Marina.

800 construcciones y 74 familias

Los 157 residentes se agrupan en 74 unidades familiares, de las cuales uno de cada tres tiene dos o tres miembros. La mayoría están empadronados en Montcada o Barcelona, aunque de cerca de la mitad de personas no se ha podido recoger esta información. Fuentes de la Delegación apuntan a Público que no se ha podido contactar con todos.

La mitad de personas se desconoce dónde están empadronadas

De las 794 construcciones existentes, incluyendo chabolas y cubiertos, el 15% tienen amianto. Más o menos la mitad se destina a usos de ocio, como los huertos, y también hay rulotes, piscinas y balsas.

También se han contabilizado a más de 1.200 animales, incluyendo aves de corral, perros, cabras y ovejas. El 17% es vivienda permanente y de otro 18% no se ha podido recopilar información.

La diagnosis terminó en marzo, pero la convocatoria de elecciones y los cambios en los gobiernos y órganos municipales han retrasado una actuación que se ha reanudado en las últimas semanas.

Censar a los residentes para encontrar alternativas

El primer objetivo del estudio era detectar exactamente cuánta gente vivía en esta zona para poder encontrar alternativas habitacionales y desalojarla. Actualmente el Consorcio del Besòs se encuentra pendiente de encargar un Plan de Gestión que debe fijar las próximas actuaciones.

Entidades y expertos reclaman un abordaje "metropolitano" de los asentamientos

Jessica González señala que ya hace tiempo que se reclama un abordaje "metropolitano" de los asentamientos porque la movilidad de las personas en este tipo de infraviviendas -ya sean chabolas, locales u otros - es alta: "Hay mucha permeabilidad entre municipios".

Sobre las posibilidades de realojamiento, la portavoz se muestra escéptica ante las largas listas de espera de las mesas de emergencia: "Estas familias ni siquiera figuran en ellas, porque para eso tienes que ser desalojado de un piso y eso todavía lo hace menos posible".

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