El director de Recursos Humanos de Ryanair, Eddie Wilson, ha calificado hoy de "inaceptable" el incidente ocurrido el domingo en un vuelo de la compañía en la ruta Londres-Barcelona en el que una ciudadana jamaicana fue increpada con insultos racistas por parte de otro pasajero durante un vuelo de la compañía, aunque ha defendido que la tripulación "hizo lo que pudo" ante una situación desagradable que no debía haber ocurrido.

A pesar de las buenas palabras de Wilson, aún no se tiene constancia de que la compañía de vuelos se haya puesto en contacto con la afectada para transmitirle sus disculpas.

Todo ocurrió el pasado viernes cuando un pasajero de un vuelo de la aerolínea irlandesa entre Barcelona y Londres se negó a sentarse al lado de una mujer de raza negra insultándola con apelativos como "bastarda", "fea" o "estúpida vaca".

Para la compañía aérea este fue un incidente "desagradable e inaceptable" que muchas veces ocurre en los aviones y ante el que la tripulación "hizo lo que pudo". La tripulación finalmente decidió cambiar a la señora de 77 años de sitio y no expulsó al pasajero, motivo que ha supuesto muchas criticas para la compañía aérea.

Wilson ha asegurado que es muy fácil juzgar a las personas con posterioridad y reiteró que, aunque es una situación "inaceptable", la tripulación se encontraba en una situación "muy difícil" ante la cual realizó "un trabajo fantástico".

"Esto a lo mejor servirá para que Ryanair y otras aerolíneas aprendan y establezcan un protocolo de actuación para evitar este tipo de incidentes. Tal vez debamos enseñar a la tripulación cómo actuar y tener una actitud más proactiva ante comportamiento incivilizados", aseguró el directivo.

Wilson se encontraba hoy en Madrid para firmar un acuerdo con el sindicato de pilotos Sepla por el cual se podrán adaptar los contratos laborales de los pilotos a la legislación laboral española, iniciar el reconocimiento de la sección sindical en la compañía y sentar las bases de una nueva etapa de cara a la negociación de un primer convenio.

El Ministerio de Fomento, a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), ha anunciado que está analizando la respuesta de la aerolínea Ryanair ante las quejas por inacción de muchas pasajeros del vuelo ante un supuesto caso de racismo, pero se inclina por imponer una elevada sanción económica al viajero que protagonizó el altercado. Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona recurrirá a los tribunales y denunciará ante la Fiscalía el supuesto incidente.