Han pasado poco más de dos años desde que el barrio de La Salut de Badalona vio cómo se derribaba un edificio con 10 viviendas después de la aparición de una gran grieta que llevó al desalojo de las 48 personas que residían en él y que perdieron su casa. Una situación muy parecida a la que han vivido hace unos días los vecinos del número 22 de la calle Granada, en el barrio de la Pau. El techo que separa el segundo y tercer piso del edificio se derrumbó y se desprendió una parte de la fachada exterior. Desde la calle, lo que se puede ver es una gran grieta. Un incidente que vuelve a poner de manifiesto el mal estado en el que se encuentran algunos edificios de viviendas de Badalona, principalmente aquellos que se construyeron entre los años 60 y 70.

El derrumbe no provocó heridos pero las ocho familias que vivían en el edificio fueron desalojadas y atendidas por los servicios sociales municipales. Desde entonces, algunos han podido trasladarse a casa de familiares y otros están alojados en el hotel IBIS de Santa Coloma de Gramanet y atendidos diariamente en el Centro Cívico La Colina de Badalona. Debido al incidente, y por precaución, también se desalojaron a las cuatro familias del edificio contiguo, las del número 24. Éstas pudieron regresar a casa este mismo lunes, después de que los arquitectos municipales hubieran constatado que no hay ningún peligro.

Pero los vecinos del bloque afectado por la grieta por el momento no podrán volver y no se sabe cuándo podrán hacerlo. "Durante cinco días se realizarán trabajos para apuntalar el edificio para que las familias puedan entrar a recuperar sus pertenencias", asegura la concejala del distrito 2 de Badalona, Rosa Trenado. Se destinarán 3.000 euros para ello. Pero para que puedan volver a vivir, "hay que realizar una actuación mucho más costosa que puede durar algunos meses", añade Trenado.

Sin embargo, la noticia ha sido muy bien recibida por los vecinos afectados ya que en los primeros días se puso sobre la mesa la posibilidad de tener que derribar el edificio debido a su mal estado, tal y como ocurrió con el bloque del Passatge de la Torre, hace dos años. Para alguno de ellos es imprescindible poder entrar a recuperar sus pertenencias mientras esperan volver a casa. Y es que algunas de las personas que tuvieron que salir rápidamente del edificio no pudieron hacerlo con sus animales de compañía. Por eso, al día siguiente del derrumbe se pusieron en contacto con los Bomberos.

"El riesgo de colapso es muy importante y no nos arriesgaremos para entrar a rescatar a unos pajaritos", decía Rafael Esteban, subjefe de guardia de la región metropolitana norte de los Bombers de la Generalitat. Parece que hechas todas las inspecciones correspondientes y apuntalando el edificio, finalmente sí que se podrá entrar. Pero este suceso ha hecho saltar las alarmas entre el vecindario de la zona. "La mayoría de bloques son de autoconstrucción y tienen carencias importantes", alerta Mariano Monje, presidente de la Asociación de Vecinos de La Pau. Los vecinos se muestran muy preocupados: "se repetirá en más edificios, seguro", dice Monje.

Subvenciones para pasar la ITE

A raíz del derrumbe de la calle Granada, el Ayuntamiento de Badalona ha anunciado que ha firmado un convenio con el Consorcio Metropolitano de la Vivienda para la rehabilitación de un millar de edificios de la ciudad. En este sentido, se prevé ofrecer subvenciones a los propietarios de hasta el 100% del coste de la Inspección Técnica de Edificios (ITE). "Hay que garantizar la seguridad de los edificios y de sus vecinos", afirma el alcalde Rubén Guijarro, "tenemos problemas en edificios de la zona alta de Llefià, la Salut o la Pau y debemos garantizar la buena salud de las viviendas".

Las comunidades de propietarios podrán beneficiarse de ayudas económicas para realizar actuaciones como la renovación de fachadas y cubiertas, la incorporación de aislamientos, la construcción de nuevos ascensores o la actualización de instalaciones comunitarias de agua, luz y gas. Unas actuaciones que, según el consistorio, permitirán potenciar la eficiencia energética. Para ello, se ofrecerán ayudas de hasta el 80% del coste de la obra en función de la eficiencia energética alcanzada.

La FAVB reclama estabilidad política

La grieta y el desalojo de las doce familias de la calle Granada no sólo preocupa a los vecinos del barrio de la Pau. La Federación de Asociaciones Vecinales de Badalona (FAVB) ha puesto de manifiesto que es una situación que puede repetirse en otros barrios. Y aseguran que la inestabilidad política por la que pasa Badalona desde hace años con presupuestos prorrogados y dificultades para impulsar otros nuevos, no ayuda.

"Es necesaria una política en condiciones, necesitamos que termine esta inestabilidad", asegura Julio Molina, presidente de la FAVB. Según Molina, hay edificios en las calles Mozart y Amadeu Vives que se encuentran en una situación parecida y "que pueden caer en cualquier momento". "Hace más de 20 años que se lo decimos a los distintos alcaldes, esperamos no tener que vivir más desgracias", lamenta el presidente de la entidad.