El olor a quemado y la ceniza en el aire se comienzan a notar a kilómetros del incendio que ha arrasado ya más de 2.100 hectáreas en la zona de Monsagro, en plena Sierra de Francia salmantina. Las temperaturas de este jueves, además, no han facilitado la labor de los equipos desplazados a la frontera entre Salamanca y Cáceres, ya que superaban los 30 grados a las 10 de la mañana y los 40 a las 13 horas.

Por esta razón, la hidratación de los profesionales que están en primera línea es fundamental para su supervivencia. Manuel Garray, portavoz de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León, lamenta las condiciones en las que trabajan los bomberos forestales en la comunidad: "La Junta ofrece a la gente que lleva 15 horas trabajando un bocadillo, una pieza de fruta y una botella de agua. Hay que tener en cuenta que cuando estamos sobre el terreno, bebemos mínimo un litro cada hora, así que muchas veces dependemos de la buena fe de los vecinos de los pueblos por los que pasamos para poder beber o simplemente acaba siendo algo que corre por nuestra cuenta", lamenta.

"Con flancos como el de Salamanca de 6 o 7 kilómetros de longitud, volver al puesto de mando donde tienen las bebidas para coger una Coca-Cola y seguir trabajando después es inviable", asegura Garray.

En el incendio de Las Hurdes, esa maravilla natural que separa Cáceres de Salamanca, el puesto de mando se encuentra en el Mirador de Los Lobos, junto a la Peña de Francia. Hasta allí llega por la mañana un equipo de Cruz Roja para llevar comida y bebida: "Pero es que Cruz Roja no tiene obligación de dar ese servicio a los profesionales, es responsabilidad de la Junta", añade el bombero forestal consultado por Público.

Soledad Ruiz, referente ERBE (Equipos de Respuesta Básica de Emergencias) de Cruz Roja La Alberca, apuntaba que estos días tratan de atender a los que lo necesitan: "Los que están trabajando, las personas trasladadas y demás. Intentamos ayudar a la gente que está trabajando muy duramente. Les llevamos comida y sobre todo agua que es lo que más necesitan, además de colirio para los ojos y cacao para los labios", añade.

Ruiz reconoce que también han atendido a las personas que estaban más asustadas de los pueblos afectados: "Te preguntan si les va a pasar algo, tienen mucho miedo, pero a la vez son muy solidarias".

Un ejemplo más es el de José Ángel Velasco, que pasa siempre sus veranos en Serradilla del Llano, uno de los pueblos afectados por el incendio de Monsagro. Velasco asegura haber pasado miedo los primeros días "porque el viento es muy traicionero, pero afortunadamente nos dijeron que el pueblo no corría peligro". "Hay muchas formas de hacer las cosas, y éstas no se han hecho bien en esta ocasión, pero al final te da la impresión siempre de que la política solo se mueve por el dinero", lamenta. "Tenían que mirar más por la gente de los pueblos", añade.

Operativos activos todo el año para evitar estos "monstruos"

Otro de los puntos calientes entre bomberos y Gobierno regional presidido por Mañueco es el de no tener los operativos de extinción de incendios forestales al 100%. "Hay muchas razones por las que pasa esto. Pero básicamente sucede porque las elecciones paralizaron la aprobación de los presupuestos, las empresas privadas tienen precios fijados el año pasado y dicen que a ese precio no pueden dar el servicio este año y toda la gente con formación y experiencia se ha ido", asegura Manuel Garray.

Y es que el hecho de que no haya suficientes bomberos forestales en Castilla y León para contratar en el mes de julio tiene una clara explicación: "Aquí hacen los contratos a partir de junio, mientras que en otras comunidades mínimo los hacen en marzo. Este es el chiringuito de las empresas privadas", lamenta Garray.

Los bomberos tienen soluciones muy claras para la lucha contra el fuego: "Un servicio público 100% operativos todo el año para poder realizar las labores preventivas durante el invierno", asegura Manuel Garray. "Es la única manera que hay de evitar que estos incendios se vuelvan monstruos como sucede ahora", lamenta.

"Limpiar el monte acabaría con la despoblación"

Es cierto que el calor extremo ha perjudicado las tareas de los medios desplegados en la zona salmantina para sofocar los incendios. El sur de la provincia charra se encuentra en alerta roja por altas temperaturas, pero los bomberos sonríen con sarcasmo al recordar las palabras del consejero de Medio Ambiente, Suárez-Quiñones, cuando afirmaba que en incendios como el de la Culebra la gravedad "no fue una cuestión de medios, sino de dificultad de actuación".

Los bomberos profesionales "no entendemos por qué no se nos activa a todos los parques de bomberos profesionales. Ha pasado de nuevo como sucedió en La Culebra, que comenzó el miércoles y nos avisaron el sábado por la tarde", reconoce a Público José Ignacio García Rubio, presidente de la Plataforma de Bomberos Profesionales de Castilla y León.

"Cuantos más medios tengas, más rápido trabajarás", eso es así, añade. "No es de recibo que la Junta solo nos ofrezca contratos temporales de 4 o 6 meses. Así no podemos tampoco apoyar la labor de los bomberos forestales en tareas de prevención, que ya se ha visto que son vitales".

"Limpiar el monte en invierno de manera regular acabaría con esa despoblación que tanto critican en las zonas rurales. Darían empleo y mejorarían las condiciones de vida de los castellanos y leoneses. Pero no hacen los deberes", lamenta García Rubio.