Dimisiones en el Colegio de Médicos de Madrid ante el caos en las Urgencias extrahospitalarias del Gobierno de Ayuso

El caos en las Urgencias extrahospitalarias en la Comunidad de Madrid sigue dejando más dimisiones. En esta ocasión, han abandonado sus puestos en el Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM), de manera "irrevocable", las doctoras Aránzazu Luaces Gayán y Paloma Baltuille Martín, miembros de la Mesa de Atención Primaria del colegio. 

Así lo han anunciado en un comunicado al que ha podido acceder Público, en el que aseguran que el motivo de su decisión es que consideran que, tras las últimas elecciones, la junta directiva no ha respaldado "ni respalda" su "asesoramiento ante los graves problemas surgidos en estos dos últimos años y ante la gravedad de lo acontecido" con el plan de ordenación de las Urgencias extrahospitalarias del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Sostienen, por tanto, que al no haber sido tomadas en cuenta "en la mesa del ICOMEM como representantes electos de las direcciones asistenciales, la mesa de Atención Primaria no es operativa". 

Añaden, a su vez, que los compañeros a los que representan no entienden "la impasibilidad y falta de apoyo de la junta directiva ni la falta de visibilidad a la opinión pública de esta Mesa".

Por ello, los trabajadores las consideraban "cómplices de esa inacción" de la junta directiva al formar ellas parte de la citada Mesa. Apuntan ambas no obstante a "su presidente como máximo responsable para defender a la profesión médica de Atención Primaria", aseguran en referencia a Manuel Martínez-Sellés D'Oliveira Soares.

"Por nuestra dignidad y la de nuestros compañeros, no queremos ser partícipes de esta situación ni un minuto más", zanjan Luaces Gayán y Baltuille Martín.

La Mesa del ICOMEM, "muy preocupada" por el plan de Ayuso 

El pasado 26 de octubre, la Mesa de Atención Primaria del ICOMEM ya mostró su preocupación ante el plan del Ejecutivo autonómico para las Urgencias extrahospitalarias.

"Estamos muy preocupados por el nuevo Plan de Urgencias Extrahospitalarias, que entendemos muy necesario y que llevamos tiempo reclamando, pero en el que se contempla la desaparición de Servicios de Atención Rural (SAR) tal como estaba funcionando", afirmaban en un comunicado publicado en su página web.

"Con el modelo propuesto hay cambios en nuestras condiciones laborales difícilmente asumibles por la mayoría de nosotros y, además, implica cambios en el ejercicio de los médicos de familia de los centros de salud", aseguraban.

"Los médicos de familia de los centros de salud mantenemos una presión asistencial diaria e inasumible que hace muy complicado mantener la asistencia sanitaria extra, tal y como se contempla en este nuevo plan", añadían.

Terminaban dicho texto asegurando que "es necesario tiempo de reflexión y de comunicación participativa con todos los interesados, al objeto de poner en marcha un plan que responda a las necesidades asistenciales de la población y mantenga o mejore las condiciones de ejercicio sin detrimento de ninguno de los médicos".

Dimisiones en cascada y ruptura de los sindicatos con Ayuso

Estas dimisiones en el Colegio de Médicos se suman a la cascada de cargos que han cesado de sus puestos tanto en la Consejería de Sanidad como en el equipo gestor de la dirección asistencial sudeste de la Atención Primaria de la comunidad. 

También los sindicatos han dicho "basta". Hace una semana habían firmado y consensuado el plan. Sin embargo, este viernes anunciaron la ruptura del mismo. 

La oposición política también es contraria a las medidas puestas en marcha por el Gobierno autonómico. Más Madrid y Podemos exigen el cese del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, mientras que el PSOE pide a Ayuso que "rectifique y evite el caos".

El Ejecutivo regional ha convertido los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y los 41 Servicios de Atención Rurales (SAR) en Puntos de Atención Continuada (PAC). El mismo día de arranque, las Urgencias extrahospitalarias ya comenzaron sin médicos en numerosos centros de salud, una situación que sigue igual diez días después, con los sanitarios desbordados y exhaustos.