MADRID.- Pelado ha sido la primera víctima de la nueva etapa del Toro de la Vega. La junta de Castilla y León prohibió a principios de verano que el toro fuera lanceado, pero eso no ha impedido que los participantes lo acosaran y lo maltrataran durante el recorrido. Tampoco ha impedido que, al finalizar, el toro fuera sacrificado.

En un vídeo difundido por PACMA, el partido ha documentado el acoso al animal que, golpeado con palos, ha sido dirigido desde la zona del pinar hasta la vega a lo largo de la hora que ha durado el recorrido. 

En las imágenes se ve como la bomba ha marcado el inicio del encierro, momento en el que Pelado entra en la vega. El maltrato hacia la res da inicio y los corredores lo comienzan a dirigir con palos hacia una rotonda, tras 15 minutos del comienzo, se observa como el animal ya tiene la lengua fuera.
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Sin embargo, los corredores, ajenos al desinterés del animal, que se para en cinco ocasiones a beber de los charcos que ha formado la lluvia, siguen acercándose y hostigándole sin tregua. Tras eso, vuelven a dirigirlo a la vega.

Cincuenta minutos después del comienzo, tal y como se ve en el vídeo de PACMA, Pelado regresa al pinar, donde se queda quieto tras un gran arbusto. A pesar de ello, los caballistas acceden a la zona y le obligan a moverse. 

Una hora después, la bomba indica el final del encierro. La Guardia Civil lo reitera y anuncia que todo el mundo tiene que retirarse de la zona. Por primera vez desde que empieza el encierro, se hace el silencio en el descampado. Pasan 15 minutos hasta que llegan los pastores con los cabestros, para dirigirlo hacia un pinar más frondoso.

Una vez allí, según informan los vecinos, le lanzan un dardo tranquilizante y esperan a que se desmaye. El vídeo documenta como a Pelado se le empieza a caer la cabeza y posteriormente cae al suelo. 

PACMA dice que no ha podido confirmar si al animal se le dio muerte allí mismo una vez finalizado el festejo o si, una vez anestesiado, ha sido trasladado a algún otro lugar, donde se le deberá dar muerte en las 24 horas siguientes a la celebración según establece el Reglamento de Espectáculos Taurinos Populares de Castilla y León.