El comité de huelga del sindicato AMYTS de la Comunidad de Madrid ha cedido tras casi cuatro meses de huelga y ha pactado con la Consejería de Sanidad una propuesta que, tal y como ha reconocido la propia organización, se aleja mucho de "los estándares mínimos que habían estipulado inicialmente", cuando estalló el conflicto. 

El acuerdo para desconvocar la huelga indefinida se deja en el tintero algunas de las reivindicaciones más importantes que muchos de los médicos que han participado en la huelga han apoyado en diferentes manifestaciones masivas convocadas durante los últimos meses por los vecinos y vecinas de los pueblos y barrios de Madrid, como la contratación de nuevos profesionales o acabar con la infrafinanciación del SERMAS.

El pacto entre la Consejería y el sindicato tampoco consigue evitar que en muchos servicios de Urgencias de Atención Primaria falten médicos, y profesionales de enfermería y celadores se enfrenten sin facultativos a las emergencias de cada turno.

Varios médicos que han secundado la huelga y que prefieren no identificarse confiesan a Público  que "para este recorrido, el acuerdo parece poca cosa". Aseguran, además, que "los problemas de la mala gestión sanitaria, la falta de profesionales y el interés del equipo de Ayuso por sustituir a los médicos por profesionales de enfermería no queda resuelto en este pacto".

El acuerdo "no solventa los problemas del sistema"

El nuevo trato entre AMYTS y el Gobierno de Ayuso se puede resumir en seis puntos principales, cuyo eje central gira en torno a las retribuciones de los médicos de familia y pediatría. De acuerdo con lo pactado, se subirá en 450 euros mensuales el salario a todos los médicos "en sustitución al actual (TSA), ligado a atender mas del 85% de la población asignada, que no cobraban todos los facultativos y cuyo pago era desigual". Asimismo, se abonará un plus de 500 euros al mes "para aquellos facultativos que hagan tardes puras" y de 300 euros mensuales a quienes hagan tres y cuatro tardes semanales.

Por otra parte, se ampliará el tiempo de asistencia por paciente entre diez y quince minutos, con un máximo de 30 con cita previa y cuatro de Urgencias en medicina de familia, y con un tope de 20 pacientes con cita y cuatro de emergencia en pediatría. En este sentido, las citas telefónicas se abordarán en cinco minutos. Mientras que el resto de enfermos que superen los ratios serán asistidos por médicos voluntarios que se presten a doblar turnos de hasta cuatro horas por 50 euros/ hora.

De tal modo que, aunque la sobrecarga asistencial mejorará previsiblemente para los facultativos, los pacientes seguirán soportando enormes listas de espera. "Parece que la continuidad asistencial ha desaparecido. Se mejora el dinero que van a recibir los médicos, pero no se solventan los problemas del sistema", critican desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Desde la asociación también afean que el aumento se restringa a los médicos y no al resto de profesionales de la sanidad, "que también ponen su esfuerzo en ofrecer un servicio de calidad".

Otra médica explica que lleva años con la agenda de pacientes desbordada. Según confirma, "es imposible que con voluntarios se solucione ese problema. Porque, teniendo en cuenta que por consulta habrá que quitar 20-30 pacientes, si multiplicas, ¿cuántos voluntarios tendrían que trabajar para cubrir el extra de pacientes en todo un centro de salud?".

La reducción de ratios puede saturar aún más las Urgencias

La FADSP afirma que AMYTS ha cedido ante propuestas "que llevaban sobre la mesa por parte de la Consejería desde hace meses" y sospecha bajo sus reivindicaciones "se ha encubierto el núcleo central, que era la mejora salarial". Aunque se alegra de que vayan a mejorar las nominas de los facultativos, insiste en que el acuerdo "no es suficiente".

En la misma línea, la Plataforma SAR, asociación para la defensa de las Urgencias extrahospitalarias, señala a Público que la rebaja de ratios sin la contratación de nuevos profesionales puede llegar incluso a empeorar la situación las Urgencias, recayendo sobre estas la saturación asistencial que no pueda ser atendida en los centros de salud durante el horario ordinario. 

AMYTS asegura que, aún con todas las carencias, el acuerdo "puede suponer un cambio de dirección en la Atención Primaria" e insiste en que las mejoras de los salarios son necesarias para "hacer más atractivas las plazas vacías de cara a mayo", cuando los residentes del MIR tendrán que decidir si se quedan o no en la Comunidad de Madrid. A su vez, defienden que se van a implementar "otras medidas adicionales en aquellos centros que persistan los problemas de difícil cobertura" e incluir medidas para avanzar en la agilización de la burocracia.