El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha decidido responder con una lista de exageraciones y medias verdades sobre la situación en los hospitales y centros de salud en la Comunidad de Madrid a la multitudinaria manifestación del pasado domingo, secundada por cerca de un millón de vecinos y vecinas de los pueblos y barrios de la región para defender la sanidad pública. Bajo un decálogo de afirmaciones engañosas, la presidenta ha tratado de tapar los trapos sucios de su gestión, pero los datos evidencian una realidad bien diferente a la que ellos señalan. Los sanitarios lamentan que el gabinete de Enrique Ruiz Escudero haya optado por iniciar esta campaña de desprestigio en lugar de aportar soluciones.

"No es la primera vez que lo hacen, estamos viendo en acciones como la resolución de este miércoles constantes amenazas y acciones dirigidas a meter miedo y desacreditarnos", afirma Luis, trabajador del Hospital 12 de Octubre. El facultativo hace referencia a la orden de vetar la colocación de carteles a favor de la huelga de Atención Primaria (AP) en los centros, así como cualquier acción relacionada con esas reivindicaciones.

200.000 niños sin Pediatra

A pesar de que Ayuso se esfuerza por ocultar los agujeros negros en AP y alardea de la amplia cobertura horaria y el escaso tiempo de espera, los sindicatos explican que hay un millón de madrileños que no tienen médico de familia asignado y hasta 200.000 niños que no tienen pediatra. Una coyuntura que les priva del beneficio demostrado de tener un profesional de manera continuada, incluyendo poder reducir su mortalidad un 25%. Y que puede ser el resultado una inversión paupérrima que sitúa a la autonomía en última posición a nivel estatal, con sólo el 10,7%. 

Además, si algo ha llevado a los profesionales de los centros de salud a convocar paros, encierros y movilizaciones es precisamente la saturación de las agendas. Según los datos del último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), cada médico de familia atiende a 1.570 pacientes y cada pediatra a 1.062 niños. Desde el sindicato AMYTS denuncian que a las consultas llegan a pasar hasta 60 pacientes por turno, por lo que el tiempo de atención dedicado a cada enfermo no alcanza ni siquiera los 5 minutos. Madrid es la comunidad que menos médicos de primaria tiene por cada 10.000 habitantes, con 6,8, junto a Ceuta y Melilla (6,3), de acuerdo con la Sociedad Española de Medicina de Familia.

Por su parte, la Plataforma SAR recuerda que más no siempre significa mejor y señala las cuestionables circunstancias bajo las cuales se ofrece el servicio de urgencias extrahospitalarias: denuncian que tres de cada diez centros de urgencias abre sin profesional médico cada día.

Unas condiciones laborales muy poco atractivas que hacen que los facultativos se vayan a otras comunidades. A este ritmo, ya hay más de 500 plazas de medicina de familia sin cubrir (20%) y de 200 en pediatría (30%). Junto a la sobrecarga asistencial, los sanitarios ven en sus salarios otra promesa incumplida de la líder autonómica del PP. En septiembre 2020, la Consejería proyectó la equiparación salarial de los médicos de primaria y hospitalaria, pero nunca se cumplió.

Al igual que se han incumplido los tiempos de implantación del Plan Piloto para el que se han inyectado 200 millones de euros. Este proyecto pretende introducir un nuevo modelo de agendas para reducir el número de pacientes por asistente a 34 en medicina familiar y 24 en pediatría, y que el resto de enfermos sean atendidos en el turno contrario por aquellos facultativos que se presten voluntarios a hacer horas extra. Es decir, como no están dispuestos a ampliar las plantillas, piden a los facultativos doblar turnos.

Hasta mes y medio en lista de espera en atención primaria

Respecto al tiempo medio de espera, basta señalar que la atención primaria de Madrid es la segunda peor valorada de toda España, solo por delante de Andalucía. El motivo, entre otros, es ser la sexta comunidad con mayor demora, según el último Barómetro Sanitario. En el mejor de los casos, los enfermos esperan como mínimo dos días para que su médico pueda asistirle, mientras que para casi el 60% el tiempo se alarga entre una semana y el mes y medio.

La cosa no mejora si se pone el foco en las listas de los hospitales, donde 80.000 pacientes deben aguardar más de tres meses para hacerse las pruebas diagnósticas y 300.000 lo hacen para ser atendidos por un especialista. El tiempo que tarda de media un madrileño en someterse a una intervención quirúrgica ha pasado de los 47 días en 2020 a los 64 días en 2022, según los datos publicados por la Consejería de Sanidad. Aunque muchos usuarios han denunciado casos donde la intervención se ha pospuesto un año. Un retraso acumulado que ha provocado que en 2021 se realizaran un 13,66% de intervenciones quirúrgicas menos que en 2019.

1.300 camas públicas menos en seis años

"El número de hospitales no significa nada, de hecho en Madrid hay 2,13 camas publicas por cada 1.000 habitantes, por debajo del 2,6 en el que se sitúa el promedio estatal. Entre 2015 y 2021 se cerraron 1.300 camas públicas", critican desde FADSP. La red hospitalaria, sobre todo las Urgencias, se colapsan recurrentemente porque sufren de forma indirecta la presión desbordada de la atención primaria. Lo denuncian día sí y día no centros como La Paz o el Infanta Sofía, donde los pacientes hacen noche en los pasillos. También falsean los datos referidos a los trasplantes. Pues lejos de ser líderes, sólo se realizan en la región 774 de los 1.781 programados a nivel nacional.

Sobre las nuevas infraestructuras de las que se vanagloria la presidenta no se puede decir nada mucho más positivo, ya que se trata de un número llamativamente inferior a los 22 centros de salud que prometió en febrero de 2020. Hace ya tres años, Ayuso publicó una foto en su cuenta de Twitter enumerando los barrios y municipios donde se construirían nuevos centros de salud (14 de los cuales ya se habían anunciado en anteriores legislaturas), pero sólo han empezado a construirse cuatro.