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Así fue la titánica búsqueda de los cuerpos sin vida de Rubén e Izan tras la DANA: "Se acabó esta pesadilla"

"La presencia de familiares y vecinos, que conocían la zona al dedillo, ha sido realmente valiosa, porque nos daba pistas de cualquier elemento que pudiéramos encontrar", señalan desde los equipos de rescate.

Un grupo de voluntarios rastrea los alrededores de la localidad de Torrent, València, tras la DANA.
Un grupo de voluntarios rastrea los alrededores de la localidad de Torrent, València, tras la DANA. Jorge Zapata / EFE

"Se acabó esta puta pesadilla de 15 días de locura. Daros las gracias a todos los voluntarios de todas partes de España. La verdad es que me quedo sin palabras por toda la ayuda que hemos recibido en estos días". Los equipos de rescate han localizado esta semana los cuerpos sin vida de Rubén e Izán, de tres y cinco años, desaparecidos el 29 de octubre en Torrent (València). La fecha, sin duda, quedará marcada en el calendario de todo un pueblo; una familia que, desde hace dos semanas, buscaba entre el lodo lo que en realidad no quería encontrar. Pero apareció. El tío de los menores ha sido el encargado de confirmar la noticia a través de sus redes sociales.

El reloj marcaba las 18.30 cuando la riada llegó a la pedanía de Mas del Jutge, en Torrent. El barranco de l'Horteta se inundó, "la fuerza era brutal", cuenta uno de los vecinos de la familia. "El agua se llevó por delante un camión, que impactó contra el muro de su finca, formando un agujero", continúa. El ruido asustó a los menores y su padre los sentó en el salón, buscando una calma difícil de mantener. "La riada los arrastró hasta un árbol; su padre los agarró, los tenía cogidos, pero una tromba se los arrebató. La historia es traumática", reconoce, todavía afectado. 

El miércoles, cuando el nivel de agua bajó, su padre salió a buscarlos. No respondían. La operación se ha repetido todas las mañanas durante las dos últimas semanas, cada vez con un despliegue más robusto. Vecinos y voluntarios; policías y bomberos; sanitarios, buzos y psicólogos. Torrent llevaba 15 días buscando a los pequeños; dos semanas de "agonía" e incertidumbre que terminaron con el peor de los desenlaces posible: los cuerpos de Rubén e Izan fueron finalmente localizados en Catarroja y Massanassa, a más de diez kilómetros del punto en el que su padre los vio con vida por última vez. 

El lunes 4 de noviembre, cinco días después de la catástrofe, empezaron a llegar los primeros refuerzos. El Grupo Balear de Rescate, integrado por bomberos, policías, enfermeros y rescatistas profesionales, llegó el fin de semana con "un tráiler cargado de material". El ferry los dejó en Dénia. La emergencia los llevó a Paiporta, zona cero del desastre, donde trabajaron sábado y domingo. "Ese mismo día nos avisaron de la búsqueda de dos hermanos desaparecidos en Torrent y nos dividimos; una brigada estuvo de lunes a jueves colaborando en las batidas", señala Antonio Izquierdo, miembro del Grupo. Los efectivos revisaron piscinas anegadas, cubiertas llenas de fango líquido y zonas de difícil acceso vía satélite. Los resultados eran siempre negativos. 

Un efectivo del Grupo Balear de Rescate, junto a su perra policía, buscando entre los escombros de la DANA.
Un efectivo del Grupo Balear de Rescate, junto a su perra policía, buscando entre los escombros de la DANA. Grupo Balear de Rescate / Cedida

Nica fue otra de las integrantes "fundamentales" del operativo, sobre todo a la hora de "localizar personas vivas y cuerpos de víctimas mortales" en Paiporta, Massanassa o Algemesí. Manuel Sánchez, presidente del Grupo Balear de Rescate, explica cuál era su papel en una llamada con Público: "Nos dio puntos de olor en diferentes zonas del río. En Torrent, por ejemplo, localizamos animales muertos, jabalís, algún perro y algún gato, pero no personas y, desgraciadamente, tampoco a los niños". La perra policía del equipo insular tenía "experiencia previa" en los terremotos de Turquía y Marruecos y había sido condecorada recientemente con una medalla. 

Un centenar de voluntarios y efectivos

"¡Angelitos míos, al fin hemos dado con vosotros! Gracias de corazón a todo el mundo que se ha volcado. Dos estrellas brillan más en el cielo", ha publicado otra familiar de los menores, según recoge Europa Press. Las batidas para localizar los cuerpos de Rubén e Izan han reunido este último fin de semana a más de 100 personas, entre voluntarios, vecinos y efectivosLa familia ha acudido este miércoles a los juzgados para el reconocimiento de los cadáveres, según han confirmado fuentes municipales a Efe.

Álvaro es uno de los vecinos que ha participado en las operaciones de búsqueda; además, colaboró como voluntario en la limpieza de Paiporta, Picanya o Torrent. "Lo más reconfortante ha sido ver a decenas de jóvenes movilizados. La batida, honestamente, ha sido algo caótica; todo el mundo intentaba tirar de instinto, las intenciones eran buenas, pero hacían falta más órdenes", cuenta a Público. Álvaro también perdió su casa y todavía espera la llegada de maquinaria pesada para recoger los escombros. "La zona ha quedado completamente devastada. En lugar de una riada, parece que ha caído una bomba, como en Ucrania o en la Franja de Gaza", señala. 

Los voluntarios y efectivos quedaban cada mañana en el Restaurante La Curra, un "punto de encuentro" que ofrecía, además, comida y bebida gratuita para los participantes. El párking del mesón ha estado durante 15 días lleno de todoterrenos, quads y furgonetas. "La presencia de familiares y vecinos, que conocían la zona al dedillo, ha sido realmente valiosa, porque nos daba pistas de cualquier elemento que pudiéramos encontrar e identificar. La búsqueda empezó en la zona de la casa de los críos y siguió un poco el cauce del torrente", detalla Antonio Izquierdo. Los miembros del Grupo Balear de Rescate han viajado al País Valencià en su tiempo libre, es decir, como cualquier otro voluntario, pero "con la experiencia" que les da su propia profesión. 

Los Mossos d'Esquadra, la Ertzaintza y Protección Civil también han colaborado en las batidas, comandadas por la Policía Local de Torrent. "Quiero vuestros ojos, también vuestra nariz", gritaba una voz cada mañana, cuando los voluntarios, cada uno con su palo, para "pinchar el fango", formaban las hileras. Los equipos de rescate localizaron esta semana los cuerpos sin vida de los dos menores, uno en la zona de Catarroja y otro, cerca de Massanassa. "Me alegro de que hayan aparecido, porque así la familia podrá descansar, rehacer su vida, poco a poco, y pasar página", termina Javier, que también ha participado en las tareas de búsqueda.

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