Al menos ocho personas murieron y otras ocho han resultado heridas este jueves por la noche en Hamburgo, al norte de Alemania, tras un tiroteo en una iglesia del barrio de Groß Borstel, según informaciones del tabloide Bild, recogidas por la agencia alemana de noticias DPA. Fuentes policiales aseguran que el agresor está entre el número de víctimas. Un hombre de entre 30 y 40 años, sin antecedentes extremistas, que era antiguo miembro de la comunidad.

Los hechos ocurrieron sobre las 21.00 hora local (20.00 horas GMT) en una parroquia de los Testigos de Jehová en el citado barrio de la ciudad alemana, donde una persona inició el tiroteo contra los fieles que se encontraban en el interior del lugar de culto. Según la revista alemana Spiegel, el autor de los disparos era un antiguo miembro de su comunidad.

Tal y como ha detallado el concejal de Interior de Hamburgo, Andy Grote, en una rueda de prensa, el atacante se quitó la vida al llegar la Policía y usó en el tiroteo una pistola para la que disponía de un permiso de armas. "El autor huyó a la primera planta del edificio y allí se suicidó, por lo que hablamos en total de ocho muertos", ha explicado Grote.

Se ha podido saber, además, que las autoridades alemanas habían recibido una advertencia anónima sobre el estado psiquiátrico del autor, según ha reconocido este viernes el jefe de policía de esa ciudad del norte de Alemania, Martin Meyer.

El atacante, Philipp F., de 35 años y extestigo de Jehová, había obtenido el año pasado un permiso de armas como tirador deportivo que le permitió adquirir la pistola que usó en el ataque contra esa comunidad, han anunciado este viernes en una rueda de prensa conjunta las autoridades policiales y la Fiscalía.

Las autoridades sospechaban de que uno de los muertos hasta el momento podía ser el autor de los disparos. Así lo aseguró este jueves por la noche el portavoz de la Policía, Holger Vehren: "Hay indicios de que un autor está eventualmente en el lugar y que es uno de los fallecidos". 

También matizó el portavoz que "todas las personas que murieron presentaban heridas de bala" y que en lugar de los hechos fueron encontradas varias personas con heridas causadas por disparos –algunas informaciones hablan de "decenas" de heridos–, mientras otros medios locales informan de que 17 de los presentes en el momento del ataque resultaron ilesos.

Contra la difusión de bulos

La Policía de Hamburgo destacó en su perfil oficial de Twitter que por el momento "no hay información fidedigna sobre el móvil del crimen", y ha instado a la población a no difundir informaciones que puedan ser falsas. También han hecho un llamamiento a la población para evitar la zona del tiroteo y facilitar así las labores de los cuerpos de seguridad.

El lugar de culto en el que se produjo el tiroteo es un edificio de tres plantas situado en una calle de seis carriles en una zona poco transitada de casas bajas. Los habitantes de este área han sido alertados a través de una aplicación del teléfono móvil que avisa de emergencias y que en este caso ha informado de "peligro extremo".

Reacciones al tiroteo

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha condenado el tiroteo: "Es un acto de violencia brutal". "Mis pensamientos están con las víctimas y los familiares", ha indicado en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Faeser, se mostró conmocionada "por el terrible acto violencia en una comunidad de Testigos de Jehová en Hamburgo", dijo a través de sus redes sociales.

Por último, Peter Tschentscher, alcalde de Hamburgo, calificó el ataque como "horroroso" y declaró que "las fuerzas de seguridad trabajan intensamente en la persecución de los autores y en la aclaración de lo sucedido".

Desde Bruselas, la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, ha tachado los hechos como "despreciables", ofreciéndose para dar el apoyo necesario al Gobierno alemán tras lo sucedido.