Pasada una semana desde que bandas del crimen organizado irrumpieran en un canal de la televisión pública de Guayaquil, Ecuador, que terminó con el arresto de 13 personas, las Fuerzas de Seguridad han logrado sofocar la violencia y el caos. El Gobierno de Daniel Noboa considera que ya se han "replegado" los grupos catalogados como  "terroristas", pero la población continúa en estado de shock.

La escalada de violencia comenzó la semana pasada con numerosos disturbios en las cárceles ecuatorianas y la toma de decenas de rehenes, que ya han sido liberados. Mientras, la Policía y el Gobierno trabajaban activamente para localizar al recién fugado José Adolfo Macías Fito, quien es considerado el delincuente más peligroso del país, además de ser el jefe de Los Choneros, la banda más violenta de Ecuador dedicada a transportar cocaína producida en Colombia hasta México.

"Hay una relación muy estrecha entre la cárcel y la calle. Las cárceles antes eran escuelas del delito, hoy son la oficina del delito", asegura el experto en seguridad Fernando Carrión, que ha vinculado otros hechos de violencia -como coches incendiados y estallido de artefactos explosivos- con los disturbios en las cárceles.

El problema carcelario 

En la conferencia "El estallido armado en Ecuador, situación y perspectivas" organizada este martes por el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco), de cara a realizar un balance de lo que acontece en Ecuador, Carrión comentó que la población aún está "en un shock total". Además, ha explicado que los ecuatorianos estuvieron sometidos a una especie de confinamiento durante unos días, y que esta semana es cuando están volviendo al trabajo, de manera gradual.

"Ahora fue la cárcel, pronto creo que va a ser la política porque este año tenemos dos elecciones: una que se va a convocar en febrero, porque en 2025 elegimos nuevamente presidente y Asamblea Nacional; y una segunda elección" que se convocará posiblemente en abril para un referéndum sobre reformas en la Constitución. Con esto, Carrión ha expresado que lo que está ocurriendo tiene su origen en las cárceles, pero prevé que se convertirá en un "problema cíclico" que podría afectar a otras esferas de la vida política y social.

Por otro lado, Carrión ha recordado que 2023 fue el año electoral "más violento de la historia de Ecuador" ya que, para los comicios de febrero (locales y consulta popular), fueron asesinados cinco candidatos a alcaldías y dos meses después, se asesinó a un alcalde. Además, en las elecciones presidenciales fue asesinado a tiros el candidato a la presidencia Fernando Villavicencio. "No veo por qué tiene que ser diferente en este año", expresó.

Los 22 grupos "terroristas" ya han sido "replegados"

Carrión ha considerado que los 22 grupos ecuatorianos catalogados como "terroristas" por el Gobierno ya se han "replegado", porque "no están en la lógica de reemplazar o cooptar al Estado". Así, el objetivo de estas bandas es volver a entrar en las redes vinculadas a la droga con las que obtenían grandes sumas de dinero, por lo que "no les conviene la confrontación". 

Sin embargo, ha añadido que este repliegue podría no ser duradero, sino que podría dar lugar a otro espacio que genere una situación parecida a la de la pasada semana. Además, ha subrayado la importancia de comprender la "red global del crimen", donde América Latina juega un papel muy relevante.

Finalmente, Carrión ha hecho un llamamiento al apoyo internacional, que lo considera importante en una situación en la que el Estado ha perdido el control de la seguridad en sus territorios, lo que provoca cierta pérdida de soberanía. 

La UE estudia cómo asistir a Ecuador 

Tras el estallido de un "conflicto armado interno", la UE la ha fortalecido "significativamente" su cooperación con Ecuador en materia de seguridad. La intención, según fuentes comunitarias, es construir una comunidad resistente frente a la amenaza que representa el crimen organizado transnacional.

Desde Bruselas se ha recordado el entendimiento firmado el pasado julio en el marco de la cumbre entre los líderes de la UE y Latinoamérica donde se pretendía reforzar la agenda y la cooperación bilateral durante la próxima década. En las últimas declaraciones desde Guatemala, donde el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, asistió a la toma de posesión de Bernardo Arévalo, también se apuntó hacia un posible apoyo a Quito —la capital de Ecuador— con "asistencia financiera" para reforzar su capacidad de control ante el crimen organizado.

Además, el jefe de la diplomacia europea insistió en que estas redes criminales representan "una amenaza directa para las instituciones públicas y para la democracia, la prosperidad y la cohesión social del país" y aseguró que Ecuador se enfrenta a un "desafío internacional" que obliga a poner en marcha "esfuerzos coordinados a nivel mundial".