El Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha anunciado este miércoles en Estrasburgo que el primer objetivo que se plantea es "garantizar la victoria de Ucrania en la guerra" para que "Rusia no consiga su objetivo de tener el control".

En una rueda de prensa tras el debate sobre el Estado de la Unión, Borrell también ha hecho balance de las prioridades de la UE en materia de Política Exterior y Seguridad. Entre esos retos están "recalibrar el acercamiento a China" y "asegurar la estabilidad en el Sahel", donde ha reconocido Rusia tiene una fuerte presencia y ha ganado influencia.

"El mundo que vivimos no tiene nada que ver con el que existía en diciembre de 2019 (cuando asumió el cargo). Ha pasado todo lo que no estaba previsto (pandemia, guerra de Ucrania o el cambio en la presidencia de Estados Unidos)", reconoció ante un nutrido grupo de periodistas congregados en Estrasburgo con motivo de un debate del Estado de la Unión muy relevante, ya que ha supuesto el balance de una legislatura marcada por mil vicisitudes.

Tras afirmar de forma tajante que la victoria ucraniana es la máxima prioridad de la UE y ser preguntado a continuación si se contempla la posibilidad de abrir un proceso de diálogo con Rusia para que el conflicto termine de forma negociada, Borrell afirmó: "El diálogo, siempre", pero remarcó que esa posibilidad no es viable por la negativa de Rusia.

"Se habla poco de ello (del diálogo) desgraciadamente (...). Yo quisiera hacer la paz, pero quienes empezaron la guerra no están dispuestos a acabarla hasta que consigan lo que quieren. No puede ser la paz del vencido. Yo acabo la guerra en cuatro días dejando de suministrar armas. Así se acaba, con la derrota de Ucrania", manifestó en tono irónico como una opción que está totalmente descartada. La victoria de Ucrania tiene que ser militar.

Prácticamente todos los asuntos que lleva la agenda de Borrell hasta el fin de la legislatura, que concluirá con las elecciones europeas del próximo 9 de junio, tienen a Rusia como el centro de gravitación.

China y el Sur global

Sobre China, el segundo asunto en importancia, anunció que a mediados de octubre viajará a Pekín para establecer un diálogo estratégico y ha adelantado que "el gran problema" con China es el desequilibrio comercial, que se eleva a 400.000 millones de euros.

"Tenemos que analizar las causas de ese desequilibrio", apuntó, para luego tomar las acciones que correspondan. El otro asunto que preocupa a la UE en materia de seguridad son las expectativas que se han creado entre las potencias emergentes del Sur Global o agrupadas bajo los BRICS, el club de naciones que ha sido ampliado recientemente y del que forman parte desde India hasta Argentina, pasando por Brasil o Arabia Saudí.

"La guerra de Ucrania ha dado lugar a la emergencia de posiciones, de estados que un día están con unos y otros días con otros. Hay una multipolaridad confusa, el mundo ya no es bipolar; y un mundo más multipolar no es más multilateral. Estos países hoy son potencias y países soberanos". El temor de la UE es que estos países puedan encontrar en Rusia apoyos.

África

Donde si hay apoyos explícitos de Rusia y una presencia cada día mayor es en África. Borrell ha reconocido que "el Sahel es la mayor zona de desestabilidad".

Preguntado si Europa ha reaccionado tarde ante lo que viene ocurriendo en el norte de África desde hace ya varios años, e incluso que ha ido perdiendo influencia en esa región del mundo frente a Rusia, el alto representante quiso manifestar con claridad que Rusia se apoya en esa zona a través de sus "mercenarios".

"No creo que hayamos estado durmiendo la siesta y no nos hayamos enterado de lo que ha pasado en África. Hemos hecho lo que hemos podido (...). Níger es una asonada, una acuartelada… Ni siquiera ha sido Rusia la que ha estado atrás. Al final los militares rebeldes buscan apoyo" y el Kremlin se lo da, relató Borrell para insistir en que "Wagner (ejército mercenario) es el brazo armado de Putin en África".

En este contexto, Borrell reconoció que la situación de inestabilidad en África "va a repercutir en los flujos migratorios". Por eso comentó que "la migración tiene que estar regulada. No tenemos mano de obra y tendrá que venir de la migración".

Además de estos asuntos, en la agenda de Borrell están otros retos, vinculados a los tratados, como la coordinación de la defensa europea, la ampliación de la UE y el cumplimiento de la agenda 2030, "esencial para los países en desarrollo y para combatir el cambio climático".