El Ministerio de Hacienda cifra en 448 millones de euros los gastos electorales del ejercicio 2019, en el que se han convocado dos elecciones generales, así como una cita electoral autonómica, otra municipal y los comicios europeos.

Así se desprende del cierre del cierre presupuestario del mes de noviembre, publicado este lunes por el Ministerio de Hacienda, que desvela que los gastos electorales del ejercicio han alcanzado los 448 millones de euros, siendo los procesos electorales de 2019 los responsables del 17,4% del aumento en los gastos corrientes en bienes y servicios, que en 2019 se ha disparado un 33,3% hasta los 3.428 millones, frente a los 2.572 millones de 2018.

De hecho, el gasto que han acarreado las distintas convocatorias electorales ha supuesto la mitad del aumento de esa partida de gastos, ya que si se descuenta el gasto electoral, el aumento habría sido del 15,9%.

En 2019 se han celebrado dos elecciones generales (28 de abril y 10 de noviembre), así como autonómicas y municipales el 26 de mayo, el mismo día en el que también tuvieron lugar los comicios europeos. También se celebraron elecciones en la Comunidad Valenciana el 28 de abril.

A pesar del montante destinado a los procesos electorales, la cifra es inferior a los 470 millones de euros que estimaba el Gobierno en el Plan Presupuestario 2020 que envió en octubre a Bruselas.

La repetición electoral costó lo mismo que el 28A

La inestabilidad que ha marcado el panorama político español durante los últimos ejercicios, provocando cuatro elecciones generales desde 2015, ha hecho que muchos ciudadanos miren con lupa el dinero que se destina a cada proceso electoral, más en un 2019 donde el bloqueo y la imposibilidad para formar Gobierno ha aumentado el hartazgo social hacia la clase política.

No obstante, el gasto electoral en las últimas generales no ha diferido mucho de los comicios celebrados en España en esta década. Para la cita del pasado 10 de noviembre, el Gobierno aprobó una línea de crédito cercana a los 139 millones de euros -138.961.516, exactamente- en concepto de gastos de organización. A esta partida hay que sumar las subvenciones a los diferentes partidos políticos para las respectivas campañas electorales. 

Estos 139 millones de euros convirtieron a la repetición electoral de noviembre en el proceso más caro del carrusel de los últimos años, empatado con los comicios del pasado 28 de abril. Esta no es una cifra demasiado diferente al del resto de elecciones de los últimos años. 

Si se echa la vista al proceso electoral del año 2016, la primera vez en la que España se repitieron elecciones, los gastos descienden de manera leve hasta los 130,6 millones de euros, apenas 400.000 euros de diferencia con los sufragios de 2015 -130,2 millones-, cuando irrumpieron en el Congreso Podemos y Ciudadanos.