Carmen Crespo (PP), consejera andaluza de Agricultura y Desarrollo sostenible, defendió este lunes el proyecto de hotel en la playa virgen de Los Genoveses (Almería) que ha causado una gran preocupación en colectivos ecologistas y ha resucitado el fantasma del Algarrobico y del urbanismo salvaje.

La consejera manifestó que la delegación de la Junta en Almería va a escuchar las alegaciones de los ecologistas antes de tomar ninguna decisión definitiva, aunque avanzó que la interpretación de la norma que se hace en su departamento es favorable a la puesta en marcha del hotel.

Ecologistas y Junta de Andalucía no discuten el nivel de de protección del que goza la finca que se pretende transformar en hotel: ambas parte coinciden en que el cortijo las Chiqueras está catalogada como zona de cultivo agrícola –C1– en el plan del parque que data del año 2008, cuando gobernaba el PSOE.

La discusión legal entre Junta y Ecologistas se centrará por tanto en la interpretación sobre las disposiciones del plan. Salvo que el Gobierno andaluz rectifique, el asunto acabará con seguridad en los tribunales. Los ecologistas no descartan llevar el proyecto a la vía judicial y anunciaron que van a presentar una queja ante la Comisión Europea ya que afecta a la Red Natura 2000.

¿Qué dice el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Cabo de Gata? ¿Permite un uso hotelero en zona C1 como sostiene la delegación de Agricultura y Desarrollo Sostenible en Almería o no lo permite como sostienen los ecologistas? El plan dice lo siguiente al respecto: "El criterio de ordenación en esta categoría es el mantenimiento de la capacidad agrológica de los suelos, así como de las actividades agrarias y de aquellas otras compatibles".

¿Es compatible por tanto esta protección con el uso turístico del suelo? ¿Es compatible el mantenimiento de la capacidad agronómica de los suelos con un hotel de 30 habitaciones, 70 plazas de aparcamiento y piscina? La Junta de Andalucía entiende que sí. Considera la delegación en Almería que el hotel es prácticamente una mera rehabilitación de un cortijo aun cuando va destinado a un uso hotelero y a la generación de beneficio y, por tanto, es compatible con una protección C1.

Así, la consejera Crespo aseguró que la Junta "va a estar muy vigilante para que el parque tenga todos los parabienes medioambientales que en este momento se necesita que se tengan" y añadió que se trata de "una rehabilitación de un cortijo que además se puede hacer desde el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del parque porque se va a hacer medioambientalmente sostenible".

Los ecologistas consideran que la normativa ambiental que rige en Cabo de Gata-Níjar "no autoriza la rehabilitación para un uso distinto al estipulado, al que ya tenía el cortijo". "Quieren desvirtuar la figura de protección C1", lamentó Enrique Ruiz, el abogado de Amigos del Parque y de Ecologistas en Acción en Almería.

"La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Níjar pretenden catalogar que tiene un interés social y público que beneficia a los intereses generales pero el proyecto no hace ni cálculo de inversión, ni de creación de puestos de trabajo, ni nada de eso", criticó Ruiz. La administración debe abogar por "mejorar la gestión del espacio natural" y autorizar hoteles en "los núcleos urbanos, donde hay gente que quiere invertir".

"No es propiamente una instalación pública destinada a la actividad de educación ambiental pese a que pueda darse una "libre concurrencia de público, así como tampoco como es un "campamento de turismo"; actividades que sí se permiten a tenor de la zonificación de los terrenos", agregó Ruiz, según recoge Europa Press.

Modelo de turismo sin regulación

Existe un temor generalizado en la zona a que la autorización para este hotel acabe por ser una cabeza de puente hacia la introducción en Genoveses, en pleno Parque Natural, de un modelo turístico de sol y playa para gente con poder adquisitivo. "La ubicación de este proyecto de actuación en una zona natural como los Genoveses podría consolidar un precedente peligroso para que se puedan autorizar este tipo de usos en otros lugares vírgenes y protegidos como la Cala de San Pedro, Cala del Plomo y Salinas de Cabo de Gata", advirtió Ruiz.

Así, los ecologistas mantienen su "preocupación" por el "modelo de turismo” a partir de este precedente, mediante el fomento de la rehabilitación de construcciones ruinosas para un uso turístico "sin establecer ninguna regulación ni recomendaciones" sobre las "necesidades reales" en materia de plazas hoteleras. 

"No es de recibo que en un paraje virgen como son Genoveses y Mónsul, donde se han habilitado limitaciones al acceso con un plan de movilidad, se pretende llevar a cabo este proyecto", remachó Ruiz.

El Gobierno andaluz anda inmerso en una operación de propaganda. Mientras trata de hacer pasar al presidente Moreno y a su gabinete, formado por consejeros de su partido, el PP, y de Ciudadanos, por los impulsores de una revolución verde, al mismo tiempo impulsa una reforma de la Ley del Suelo que abre la puerta a privatizar el urbanismo y cuela en uno de los decretos de la covid, que se convalida este miércoles, un cambio de criterio para los suelos no urbanizables en los cuales ahora podrá construirse, en lugar de lo permitido, todo aquello que no esté expresamente prohibido.

Ecologistas en Acción ya ha concedido a Moreno, apenas un año y medio después de llegado al Gobierno, uno de sus premios Atila, que tienen como objetivo "distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente".