Los peligros del flirteo de Junts con la extrema derecha: "Es un camino que si no se frena será muy difícil de parar"
Las recientes propuestas legislativas que criminalizan la ocupación, así como los discursos en migración, acercan a Junts a una Aliança Catalana que es su principal competidora electoral en el espacio de la derecha.

Barcelona-
En las últimas semanas Junts ha vuelto a hacer movimientos que lo acercan a la extrema derecha y a su discurso, concretamente, a Aliança Catalana, uno de sus principales competidores electorales en la actualidad. Son ejemplos la retirada del apoyo a la moción de censura a la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, junto con iniciativas legislativas que criminalizan la ocupación y señalan a la migración.
Pese a las diferencias que ha presentado Catalunya y el Estado respecto a la evolución de la extrema derecha parlamentaria en otros países, todo ello se puede relacionar con el dilema al que se enfrentan las derechas conservadoras en toda Europa. "Se plantean si mantener un cordón sanitario estricto o pactar e incluso asimilar sus propuestas. Parece que Junts está en el camino de la segunda", explica la politóloga experta en extrema derecha Anna I. López en una conversación con Público.
Anna I. López: En toda Europa, las derechas conservadoras "se plantean si mantener un cordón sanitario con la extrema derecha o pactar"
Son unos movimientos que se enmarcan en un contexto de "competición electoral" y de escape de votos de Junts hacia Aliança Catalana, según evidencian varios estudios y encuestas. Anna I. López advierte de los peligros de seguir comprando el marco establecido por la extrema derecha. "Es un camino que si no se frena ahora será muy difícil de parar, por la viralidad del discurso de extrema derecha y cómo impacta en el electorado".
En el contexto actual, el voto a Aliança Catalana crecerá "por el malestar y la ira provocados por el aumento de las desigualdades y la crisis identitaria por el factor multicultural catalán", advierte la politóloga. "En la medida en que Junts no se distancie, el voto a Aliança Catalana seguirá aumentando. Los indicios son que en este nuevo ciclo electoral la estrategia de Junts sea hacer una copia de AC para competir". A pesar de esto, la politóloga señala los precedentes y el camino que han seguido las otras derechas europeas: "La experiencia nos dice que el original se impone a la copia cuando se normalizan sus propuestas".
Estrategia a corto y a medio plazo por la competición electoral con AC y el PSC
Hace apenas diez días Junts protagonizaba un cambio de guion en Ripoll cuando anunciaba que finalmente se retiraba de la moción de censura que, junto con PSC, ERC y CUP, se proponía destituir de su cargo la alcaldesa, Sílvia Orriols. Este movimiento inesperado, impuesto por la dirección nacional sobre el grupo local, daba aire al Gobierno municipal capitaneado por la líder de extrema derecha.
Según la politóloga, se trataría de un movimiento impulsado por una doble estrategia, a corto y a medio plazo, explicada por la competición electoral tanto con la extrema derecha como con su principal rival de cara a gobernar en la Generalitat, el PSC. "Si Junts pacta con el PSC, esto puede desmovilizar a su voto, de forma que este movimiento se entiende para diferenciarse de su competidor [AC] pero a la vez para no aliarse con el partido con quien se disputará la gobernabilidad [en la Generalitat]", explica López.
Anna I. López: "Junts vive una pequeña crisis debida a la pérdida de poder en alcaldías y la Generalitat"
Según datos recientes, no se puede ningunear una frontera electoral cada vez más porosa entre Junts y Aliança Catalana. Los últimos sondeos evidencian cómo la principal fuga de votos de los juntaires se dirige, precisamente, hacia este partido, mientras, al mismo tiempo, antiguos simpatizantes postconvergentes son el gran granero de apoyos de la extrema derecha independentista.
La doctora en Ciencia Política constata que, dentro del espacio electoral de la derecha, con quién Junts se disputa más votos es con Aliança Catalana, que podría arrebatarle hasta una cuarta parte de sufragios. "El último año ha demostrado que Junts vive una pequeña crisis debida a la pérdida de poder en alcaldías y la Generalitat, así como la proliferación de partidos dentro de la derecha, y está intentando salir".
Según el último Barómetro de Opinión Política, publicado a finales de noviembre por el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), si se celebraran elecciones en el Parlament, Aliança Catalana podría multiplicar su presencia en el legislativo, hasta llegar a los seis o siete diputados, un crecimiento que en parte iría asociado a la caída de Junts, que pasaría de los 35 escaños a actuales a entre 30 y 32.
La criminalización de las ocupaciones y la migración, dos temas centrales
Paralelamente, en los últimos días Junts ha registrado una proposición de ley en el Parlament para permitir a las comunidades de propietarios iniciar el proceso para desahuciar pisos ocupados que pertenezcan a grandes propietarios. Se trata de una propuesta que ya presentó en el mandato anterior pero que no salió adelante. El grupo plantea que la comunidad pueda solicitar el desalojo en casos de "alteración de la convivencia o el orden público" cuando el gran propietario se desentienda.
Centrar la atención en las ocupaciones es otro de los bastiones de la extrema derecha, que ha señalado esta práctica ante la carencia de respuestas a la emergencia habitacional. Según el Departamento de Interior, el 98% de las viviendas que se ocuparon el 2022 eran pisos vacíos, principalmente, propiedad de bancos y fondos de inversión.
La politóloga considera que tanto en Catalunya como el Estado se ha aceptado la agenda de la extrema derecha en migración
Por otro lado, hace tiempo que el partido de Puigdemont pone la diana en la migración, y está pendiente del traspaso de competencias en esta materia en Catalunya, que quiere utilizar para legislar sobre el modelo. Es una cuestión sobre la cual ha hecho movimientos polémicos, como el discurso que relacionaba migración y delincuencia por parte del alcalde de Calella, Marc Buch, que posteriormente fue avalado por el secretario del partido, Jordi Turull.
Para Anna I. López, es preocupante la similitud en esta materia del marco que propone Junts con el de la extrema derecha, y considera que tanto en Catalunya como el Estado ya se ha aceptado totalmente su agenda. Una muestra es que se habla de la migración en términos de "inseguridad y delincuencia" y en ninguna parte de una perspectiva desde los derechos humanos. "Todas las encuestas ya confirman la centralidad de la migración como problemática por los catalanes. Ya no hablamos del déficit de servicios públicos, de feminismo o de pacto verde, y no se habla de la necesidad de la migración por el sostenimiento económico sino en términos de inseguridad u ocupaciones", afirma.
Una trayectoria diferente respecto a otros países europeos
Aceptar la agenda que plantea la extrema derecha es un movimiento en línea con la que ha pasado en toda Europa y en el mundo. "La migración es el tema catalizador de todas las extremas derechas", sostiene la politóloga. Unos discursos que, a medida que se normalizan, hacen crecer la estigmatización, la discriminación y, también, la violencia y los delitos de odio.
A pesar de esto, la trayectoria de Catalunya y el Estado en cuanto a estos partidos es diferente a países como Francia o Alemania, puesto que este discurso ha llegado más tarde. "Hemos tenido un partido conservador atrapalotodo, el PP, que agrupaba a familias franquistas, liberales y católicas, una de las principales razones para que la extrema derecha llegara más tarde al centro del debate político", apunta López.
Por otro lado, una historia migratoria diferente también ha definido la relación con este fenómeno a nivel electoral. "Fuimos un país de emigrantes hasta el año 2000. La inmigración llegó de manera mucho más tardía y se distribuyó de manera irregular por el Estado", sostiene López. Su concentración principalmente en Catalunya, Andalucía, Madrid y el País Valencià hacía difícil que un partido estatal pudiera capitalizar el mensaje antiinmigración.
Otra "anomalía" aquí es que la izquierda, por ahora, no está aceptando este desplazamiento de la agenda que sí que se ha producido en otros países. "Cuando se inserta este tipo de marco se desplaza el debate y la agenda de todos los partidos hacia propuestas más radicales, pero aquí tenemos una alternativa de izquierdas que no ha asimilado el mensaje antiinmigrantes", concluye la politóloga.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.