Solo en los diez días que llevamos de mes de noviembre ha habido cuatro asesinatos machistas y tres intentos de asesinato en nuestro país. Este miércoles conocíamos el último de ellos: el asesinato de J.B (28) en Elda perpretrado por su expareja, I.C. El asesino (31) tenía una orden de alejamiento (y de comunicación) y había cumplido una condena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad por lesionar a la víctima el pasado año e iba a ser juzgado de nuevo este jueves por amenazas, según ha afirmado el Tribunal Superior de Justicia valenciano. Pero ni las denuncias ni las órdenes de alejamiento impidieron que el hombre acudiera al colegio del hijo de ambos, dónde sabía que ella se encontraría, y le tiroteara delante de alumnos y profesores. 

La madrugada del día 1 de noviembre se produjo el primer asesinato en Arona, Tenerife: JA.P (44), marido y asesino confeso de L.H (27), estranguló a su mujer, escondió su cadáver enrollándolo en una alfombra en uno de los armarios de su domicilio y después huyó. 

Esa noche hubo otro asesinato machista, en este caso el de un hombre, G.C (37), perpetrado en Burlada (Navarra) por F.O.E, vecino de la capital navarra (53). El hombre tenía el crimen totalmente planeado y había consolidado su aversión desde que supo que su exmujer había comenzado una relación con la víctima. La mujer presenció los hechos y aseguró sin duda que su exmarido (en trámites de separación), mató a su novio, pues le había estado amenazando a lo largo del mes de octubre.

L.(16) fue asesinada presuntamente por su exnovio el miércoles 3 de noviembre, el sospechoso había sido detenido con anterioridad por casos relacionados con violencia machista.  Los padres de la joven volvieron a su casa en el distrito madrileño de Tetuán y se encontraron a su hija muerta en la cama. Tras hallar el cadáver, que estaba desnudo y presentaba fuertes golpes en la cabeza, llamaron de inmediato al 112.

Tres intentos de asesinato

El domingo 5 de noviembre, un hombre (43) trató de degollar a su mujer (30), que sigue en estado grave, y después él se ahorcó en unos invernaderos. Ocurrió en El Puche, Almería, la mujer fue ingresada en la UCI del hospital Torrecárdenas, aunque ya ha sido trasladada a planta y evoluciona favorablemente dentro de la gravedad.

En Aranjuez (Madrid), un hombre (49) embistió su vehículo contra el de su mujer (42), posteriormente se bajó y la agredió físicamente antes de ser detenido por la Policía Nacional.  Sucedió el martes 8 de noviembre y tras su arresto, el hombre fue puesto a disposición judicial y se le imputa un delito de violencia género. 

El hombre (55) que disparó a su expareja A.E (54) en Vilagarcía de Arousa (Galicia)  el jueves 9 de noviembre ha pasado a disposición judicial.  La mujer recibió un disparo en el hombro. El varón relató a los agentes que disparó porque se asustó cuando alguien entró en la vivienda y ha sido detenido por un delito de lesiones. 

Balance anual

Según datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, actualizado a 10 de noviembre de 2017, son 44 las víctimas mortales por la violencia machista en lo que llevamos de año, la misma cifra que en todo 2016. No obstante, según el portal feminicidio.net se han registrado 89 feminicidios y otros asesinatos de mujeres en el 2017, en el que incluyen en este recuento los niños varones asesinados por violencia machista.

Los datos que recopila el Gobierno y los que recogen las organizaciones que han establecido observatorios de asesinatos por violencia de género, no coinciden y no miden los mismos parámetros.

Las cifras que recoge el Ministerio son aquellas que la Ley Integral de Violencia de Género identifica como tales.  Es decir, sólo se contabilizan los asesinatos realizados por parejas o exparejas y las únicas víctimas de las que se recogen datos son las mujeres con las que habían mantenido esa relación y recientemente (desde 2013) los hijos que son asesinados, pero no se tienen en cuenta las personas que forman parte del círculo de la mujer asesinada.

Por un lado, las estadísticas obvian a las mujeres asesinadas por hombres que, al no mantener una relación sentimental con sus asesinos, no son contabilizadas en las cifras oficiales y, por otro, a las personas del entorno de la mujer (nueva pareja, amigas, familiares) que, al encontrarse con ella en el momento del ataque o, simplemente por el hecho de hacer daño a la víctima, también son asesinadas.