El Defensor del Pueblo discrepa de todas explicaciones que el Ministerio del Interior le ha remitido sobre el operativo policial desplegado en el paso fronterizo de Barrio Chino durante la tragedia en Melilla del pasado 24 de junio.

El organismo dirigido por Ángel Gabilondo desmonta cada una de las afirmaciones que le remitió la Secretaría de Estado de Seguridad tras la publicación de las primeras conclusiones de su investigación sobre la tragedia y las recomendaciones que le hizo al respecto, publicadas hace exactamente un mes. 

En su respuesta, remitida al Defensor del Pueblo el pasado 10 noviembre, la Secretaría de Estado de Seguridad libera de cualquier responsabilidad a las fuerzas de seguridad españolas y niega que hubiera un operativo policial conjunto y coordinado con las fuerzas marroquíes durante el intento masivo de entrada en Melilla, en el que murieron al menos 23 personas migrantes que, con toda probabilidad, tenían derecho a solicitar asilo en España.

Sin embargo, el Defensor del Pueblo, tras analizar las imágenes grabadas por un helicóptero y un dron de la Guardia Civil y el proceder en intentos anteriores de salto, se muestra tajante. Recuerda que en un salto a la valla previo, el 3 de marzo de 2022, Interior se refería al operativo como una actuación de "fuerzas hispanomarroquíes". Algo que contrasta con la descripción de Interior de la tragedia de junio, en la que afirma que los cuerpos policiales de ambos países llevaron a cabo sus actuaciones de forma autónoma.

Tampoco ve creíble, como afirma Interior, que los agentes españoles no fueran conscientes ni vieran directamente la situación de riesgo para las personas migrantes antes, durante y después de la mortal avalancha en el paso fronterizo de Barrio Chino.

En su descripción de las imágenes del helicóptero y el dron de la Guardia Civil, el Defensor del Pueblo repasa la avalancha de personas después de que lograran forzar las puertas del puesto fronterizo y los agentes marroquíes entraran y llegaran a su altura mientras aún seguían agolpadas y pisándose unos a otros. 

La reconstrucción del Defensor del Pueblo es clara: " 7:42 horas, los agentes marroquíes empiezan a acceder al interior del puesto fronterizo, las personas se agolpan en el otro extremo del acceso. Hay una avalancha. 7:43 horas, fuerzan una de las puertas, pero ya hay muchas personas amontonadas: entre ellos se intentan liberar. Se siguen lanzando botes de humo. 7:44 horas, se pisan unos a otros. Los agentes marroquíes ya están a su altura en el puesto fronterizo."

"Los agentes que participaron en el operativo debieran haber tenido información constante", asegura el equipo de Gabilondo, ya que las imágenes que él describe estaban siendo captadas por equipos de la Guardia Civil, que las veían en directo. "Por lo tanto, no resulta plausible que no se tuviera conocimiento alguno de la situación de riesgo", apunta.

La explicación que da Interior es que "cuando la Guardia Civil logra acceder al interior del recinto del puesto fronterizo «Barrio Chino», no encuentra personas heridas, ni fallecidas, pues en ese momento, las fuerzas de seguridad marroquíes habían logrado neutralizar el intento de entrada por la fuerza, así como despejado la vía de acceso a las instalaciones del lado español".

Lo que reveló el documental de la BBC es que varios de esos cuerpos estaban en la zona de actuación de los agentes españoles y que fueron movidos por los agentes marroquíes. Los diputados españoles y varios medios que han visto las imágenes apuntan a que gran parte de los hechos más graves tienen lugar en la zona bajo responsabilidad de las fuerzas españolas. Un extremo que Interior insiste en negar y que el Defensor del Pueblo no entra a analizar. Sin embargo insiste en algo clave: "No se han entregado al Defensor del Pueblo las imágenes comprendidas entre las 7:49 y las 8:58 horas, ni las que van desde las 9:01 a las 9:14 horas".

Pedradas y espráis de la Guardia Civil

"Se observa como las personas que intentan acceder de manera irregular lanzan palos a los agentes españoles y como estos les lanzan piedras. Algunos agentes españoles buscan piedras y se las lanzan a las personas que están en la parte superior de la valla (...) Un agente de la Guardia Civil les rocía con gas para que no sigan intentando derribar la puerta del puesto. Algunos agentes españoles les continúan lanzando piedras", describe el Defensor del Pueblo tras analizar varios vídeos de los hechos.

"El lanzamiento por ambas partes de piedras y el hecho de que algunos agentes españoles les rociaran con un spray pudo intensificar la situación de peligro", asegura el Defensor.

También señala que las imágenes muestran al menos "dos cuerpos" de migrantes desplomados sobre la carretera, ya en suelo de Melilla, sin que fueran atendidos por los equipos sanitarios, y apunta que había al menos una ambulancia muy cerca.

Devoluciones en caliente ilegales

El Defensor del Pueblo tampoco acepta ni por asomo que las devoluciones inmediatas de 470 personas que cruzaron todas las vallas y fueran acordes a la ley. Interior niega que se realizaran "devoluciones sumarias" o "en caliente", sino que efectuó "rechazos en frontera" amparados por la Ley de Extranjería, el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Huamanos.

El organismo, sin embargo, confirma que se realizaron "entregas expeditivas a través del vallado" de personas retenidas en suelo español por la Guardia Civil a agentes marroquíes. De hecho, el Defensor confirma una vez más las informaciones de Público que prueban que agentes marroquíes entraron en territorios español para llevarse a las personas. También denuncia que en "dos minutos" es "imposible sostener que se han realizado rechazos en frontera conforme a las mínimas exigencias legales".

Por otra parte, subraya, tal y como reconoce Interior, que 134 personas, la mayoría sudanesas, lograron quedarse en Melilla y han solicitado asilo sin problemas tras el salto, algunos de ellos, menores de edad. "Esto podría hacer pensar que muchos de los que no lograron acceder a territorio español se encontraban en esta misma situación", contrapone. Es decir, que se expulsó a personas que tenían de derecho, al menos,  a pedir asilo.