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Caos en el acceso a Valdesquí y Navacerrada un día después de la reapertura de las estaciones
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Agencia Atlas
Siete de la mañana, a diez kilómetros de Valdesquí, en la Sierra de Guadarrama, en Madrid. Un monumental atasco de más de una hora es el peaje a pagar por un día en la nieve. El aparcamiento ya está lleno y a todos los vehículos que entran se les pide un justificante de reserva. Si no lo tienen, tablas al hombro, y cinco kilómetros por delante de caminata. Pero ni siquiera llegar hasta arriba, hasta la estación, garantiza poder esquiar. Hay quejas de falta de información. Valdesquí abre al 65 por ciento de su aforo, es decir, con sólo 1.500 esquiadores. Y todo, cumpliendo, también en las pistas, el protocolo COVID: mascarilla y distancia de seguridad. Pero las ganas de esquí son tan grandes que a pesar de todo aseguran que el esfuerzo merece la pena.
-Redacción-