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Las eléctricas disparan las emisiones de CO2 en España para vender a Francia energía barata

El lanzamiento de gases de efecto invernadero crece más de un 20% en un solo año, y tras cuatro consecutivos de reducción de esa carga contaminante, al aumentar la quema de gas en las centrales de ciclo combinado para abastecer al país vecino.

central de ciclo combinado
Empleados de una compañía eléctrica supervisan los conductos de gas de una central de ciclo combinado. Albert Gea / REUTERS

"Durante el año 2022 se ha producido un incremento de las emisiones de CO2 equivalente asociadas a la generación eléctrica nacional alcanzando los 44,4 millones de toneladas de CO2 equivalente, un 23,8% más que en 2021", reseña el Informe del Sistema Eléctrico de 2022 que elabora Red Eléctrica Española, la compañía semipública que gestiona la red de alta tensión, que también apunta que ese volumen se sitúa "un 60% por debajo de las emisiones contabilizadas en 2007".

Ese repunte de las emisiones de gases de efecto invernadero desde el sector eléctrico llega, según los datos de REE, después de cuatro ejercicios consecutivos de reducción en los que el lanzamiento de CO2 había caído por debajo de la mitad, desde los 74,86 millones de toneladas equivalentes de 2017 a los 35,9 de 2021.

¿Y qué es lo que ha ocurrido para que el sistema eléctrico español haya dado un paso atrás de semejante magnitud en un proceso de descarbonización que, tras el inicio del proceso de cierre de las centrales de carbón, iba a velocidad de crucero?

Se ha dado una confluencia de factores en la que destacan dos. Por un lado, la menor aportación de las centrales hidráulicas por la sequía y de las de cogeneración durante el medio año que permanecieron al margen de la excepción ibérica y sus rebajas en el precio del gas y, por otro, el aumento de la demanda desde Francia por el parón de sus nucleares, a lo que el sistema eléctrico español, con la producción de la solar y la eólica congeladas, respondió con un aumento de la generación en las centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas y, en menor medida, en las de carbón.

Por tecnologías, la hidráulica se dejaba casi 12 millones de MWh (megavatio hora) mientras la cogeneración caía algo más de seis, con sendas caídas del 40% y el 32%, respectivamente, mientras la producción de los ciclos combinados aumentaba en algo más de 23,5 (+53%) y la de las centrales de carbón crecía en 2,8 (+55%).

Solo el balance de esas cuatro tecnologías daba lugar a un sobrante de más de ocho millones de megavatios hora que se acercaba a los dieciséis al añadirle el crecimiento de 6,9 de la fotovoltaica (+32%) y el de 0,8 de la eólica, y al que hay que sumar una caída de la demanda de algo más de seis.

El grueso de ese aumento de la producción, que se sitúa en el entorno del 6% y que se basó en la mayor aportación de dos tecnologías que conllevan intensas emisiones de gases de efecto invernadero como los ciclos combinados y el carbón, fue destinado por las empresas eléctricas españolas a la exportación, principalmente a Francia, necesitada de suministros para paliar los efectos del parón de más de la mitad de su parque nuclear.

Los datos de Red Eléctrica

Según los datos de Red Eléctrica, el sistema eléctrico español pasó de presentar un saldo importador de 852.440 MWh en 2021 a cerrar 2022 con un balance exportador de 19,8 millones de MWh en el que el cambio de mayor calado se dio en la frontera con Francia, en la que en 12 meses pasaba de comprar 5,65 millones a vender 8,83.

"Francia ha aumentado la demanda de electricidad y las emisiones de CO2. El tope del gas ha supuesto un regalo para los franceses y un aumento de las emisiones", explica Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, que anota que, sin esas exportaciones, el lanzamiento de gases de efecto invernadero habría sido similar al del año anterior incluso con la baja producción de hidroelectricidad.

A esas cifras se les suman un aumento de 4,5 millones de MWh en las exportaciones a Portugal, una operación en la que el sistema español solía actuar como un mero transmisor de las ventas de las eléctricas francesas, y otro de 1,2 con Marruecos, que tradicionalmente acababa el año como vendedor.

Los componentes perversos del escenario energético

Ese escenario incluye algunos componentes de carácter perverso, puesto que el parón de las nucleares francesas y su mayor demanda de electricidad producida en España coincide con la puesta en marcha de la excepción ibérica, una limitación del precio del gas en la generación de energía que abarata los costes de producción.

Paralelamente, ese mayor peso de las centrales de ciclo combinado tira al alza de los precios en el mercado interior, aunque el Miteco (Ministerio para la Transición Ecológica) sostiene que los cambios en la ponderación de esa tecnología en las subastas horarias ha abaratado los recibos de los hogares en 5.100 millones de euros.

Y todavía hay otros dos: por una parte, la huella ambiental de ese tinglado energético que ha acabado derivando en un aumento de las ventas de electricidad de las compañías españolas a las francesas se queda en el país productor.

Y, además, la menor aportación de la cogeneración provocó un aumento de las emisiones del complejo industrial, que tuvo que generar por sus propios medios el calor que esas plantas venían aportando a sus sistemas productivos.

"Hemos lanzado el CO2 que no ha lanzado Francia"

"Los ciclos combinados han aumentado y han bajado la cogeneración y la hidráulica, mientras que la participación del carbón es mínima", anota Ferrando, que recuerda cómo la segunda de esas tecnologías tiene "un rendimiento treinta puntos superior" a la primera, es decir, que la cogeneración es capaz de generar con la misma cantidad de combustible 1,3 MWh por cada MWh de las centrales técnicas de gas.

"No es que hayamos aumentado las emisiones, es que hemos lanzado lo que no ha lanzado Francia", añade.

Las principales compañías eléctricas españolas asumen en sus infirmes de gestión el aumento de las emisiones durante sus operaciones productivas del año pasado. En este sentido, Endesa (PDF) admite aumentos cercanos al 30% en el lanzamiento de CO2 del año pasado, así como un incremento del 12,6% por kilovatio producido, mientras que Naturgy (PDF) reseña otros del 11,9% y del 6,9% debido a que "la producción de los ciclos combinados aumentó significativamente en 2022 para cubrir la demanda de sistema eléctrico por la severa sequía y las elevadas exportaciones netas". Iberdrola asegura haber registrado reducciones del 11% y el 8,4% en ambos campos.

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