El primer viaje internacional oficial de Gabriel Boric, presidente de Chile, empezó este lunes. El primer destino elegido ha sido Argentina, por seguir la tradición de los últimos Gobiernos. Sin embargo, el objetivo principal es fortalecer las relaciones entre ambos países. La primera jornada del presidente chileno en el país argentino ha dejado respuestas incisivas, selfis y la firma de acuerdos estratégicos respecto a ciertos temas. Por su parte, ambos presidentes se han obsequiado mutuamente, como muestra de la buena sintonía entre ellos.

La actividad oficial del líder chileno comenzó el lunes a las 9 de la mañana, con una ofrenda floral al monumento del libertador de Argentina, José de San Martín, situado frente a la Cancillería. En su visita estuvo acompañado del canciller, Santiago Cafiero. Una hora después, se dirigió a la Casa Rosada, donde el mandatario chileno fue recibido por Alberto Fernández, presidente de la nación, en el Salón de los Bustos. Se tomaron la protocolaria foto de presidentes y, ya en el despacho de Fernández, Boric le hizo entrega de un obsequio muy especial: el vinilo de Las últimas composiciones de Violeta Parra (artista chilena muy reconocida por rescatar la auténtica música folclórica nacional y por sus recitales). Por su parte, Fernández le regaló un vinilo de Charly García, Los clics modernos (primer disco del cantautor de rock progresivo latinoamericano). Además, Fernández, conocedor de su idolatría por Milovan Mirosevic, le ofreció su camiseta del equipo de fútbol Argentinos Juniors.

"Estamos en un momento donde la solidaridad entre pueblos hermanos es central para poder avanzar", dijo el presidente Alberto Fernández junto a su par chileno, Gabriel Boric, tras la reunión bilateral que los jefes de Estado mantuvieron en la Casa Rosada. Al tratarse de una visita oficial, Boric visitó en su primer día a los altos mandatarios de los tres poderes: primero, a la Casa Rosada; después, al Congreso y concluyó con una reunión en la Corte Suprema de Justicia. Como broche de la jornada, Boric y Fernández cenaron en el Centro Cultural Kirchner, tras disfrutar de espectáculos musicales con grandes artistas como Víctor Heredia, Chango Spasiuk y la reconocida banda chilena, Inti Illimani.

"La hermandad entre Chile y Argentina tiene que ir más allá de las preferencias que tengan sus presidentes", subrayó Boric en el Museo del Bicentenario. El mandatario destacó la importancia de profundizar el intercambio comercial, pero también el cultural. Boric, es natural de Chile, pero se crió en Magallanes, principal paso bioceánico natural del mundo que une el Pacífico y el Atlántico. De ahí que Boric apuntase que la frontera entre ambos países es un punto de unión y no de separación. Por otro lado, el chileno le dijo a Fernández que tiene en él "un aliado y un cómplice para dar las batallas contra la desigualdad". El mandatario argentino le tomó la palabra y continuó su intervención reivindicando la actual desigualdad en la distribución de riqueza de ambos países: "no vale que nuestras economías crezcan si el crecimiento se concentra en pocos y las miserias se distribuyen en muchos".

Uno de los momentos más esperados para la prensa derechista argentina fue la respuesta que Boric dio sobre su posición sobre Venezuela, Cuba y Nicaragua. Se abordaron temas como la política de derechos humanos de su país, a lo que respondió que poco se hablaba de las violaciones que hubo en Colombia y en su país. A su vez, apuntó de manera tajante el principio de no injerencia en asuntos internos de los Estados, al considerar que no debe utilizarse el sufrimiento de los pueblos para tratar de sacar beneficios en la política interna. Finalizó su intervención diciendo que los derechos humanos deben y tienen que protegerse de manera íntegra, "independientemente del color político del Estado que lo vulnera."

Aprovechando la pregunta, despejó las dudas sobre la situación actual de su país con el pueblo Mapuche (uno de los pueblos originarios más notorios del país, tanto por su peso social y demográfico como por su fuerte sentido de identidad cultural). El pueblo Mapuche ha resistido y se ha adaptado a los cambios, por lo que su presencia sigue viva entre la sociedad chilena. El actual conflicto con este pueblo, es que piden derecho a autonomía propia; recuperar los terrenos originarios que les pertenecían; libertad económico-productiva y el reconocimiento de una identidad cultural. Por ello, habló de la situación alegando que "hemos elegido el camino del diálogo y eso molesta a muchos". También reconoció las diferencias limítrofes entre Argentina y Chile sobre la Plataforma Continental Antártica y sentó posición política al defender la postura argentina y el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas. Por su parte, el presidente Alberto Fernández dijo: "Tenemos muchas cosas en común, como la protección de los derechos humanos, la centralidad de las políticas de género, el cuidado del medioambiente y también tenemos que hacer realidad el corredor bioceánico en el norte de la Argentina".

Durante el día, en uno de los salones de la Casa Rosada se encontraron los ministros de ambos países conversando y tomando café, hasta que se dirigieron a la presentación oficial de las comitivas. Más tarde, participaron junto a los mandatarios de una reunión. Por la parte argentina estuvieron presentes el jefe de Gabinete, Juan Manzur; los ministros de Justicia, Martín Soria; Economía, Martín Guzmán; Defensa, Jorge Taiana; Cultura, Tristán Bauer; y Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero y la ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta.

Para finalizar la actividad gubernamental, ambos presidentes acompañados de los ministros se trasladaron al museo del Bicentenario. Allí, firmaron una serie de convenios en materia de igualdad de género, cooperación para garantizar los derechos de personas LGBTIQ+, colaboración en asuntos consulares, sitios y espacios para la memoria en Chile y Argentina, y en energía, además de una carta de intención en el área de derechos humanos.

Una vez finalizado el acto formal, las ministras y las mujeres que forman parte de la comitiva almorzaron juntas y fueron al Centro Cultural Kirchner a participar de un banquete organizado por Gómez Alcorta. Por su parte, Boric se dirigió al Congreso y fue recibido por el presidente de la Cámara de los Diputados, Sergio Massa y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala, ante la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Allí se habló de cuatro temas principalmente: la necesidad de reactivar los Grupos Parlamentarios de Amistad (GPA); los proyectos de ley vinculados al ámbito de recuperación energética; sobre la importancia de las políticas en materia de derechos humanos y, por último, acordaron colaborar como grupos parlamentarios sobre todo lo vinculado a cuestiones de género.

Finalmente, hicieron una ruta por el Congreso en un clima de mucha distensión, que terminó con un selfi entre los presentes. Boric también recibió regalos en esa visita. Massa le ofreció un mate y otra camiseta de fútbol, en esta ocasión de Tigre, y firmada por Pipo Gorosito, un extécnico de Tigre, del que Boric es fanático porque fue jugador de su equipo, la Universidad Católica. Tras esto, Boric fue a la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) donde fue atendido por Carlos Rosenkrantz (vicepresidente de la CSJN) y el ministro decano de la Corte, Juan Carlos Maqueda en el salón de Embajadores. En esta reunión, también participó el presidente de la Corte chilena, Juan Fuentes, y la embajadora chilena en la Argentina, Bárbara Figueroa.

Lo que ha quedado de manifiesto tras este primer día de visita del presidente chileno en Argentina es que su intención es fortalecerse conjuntamente e ir de la mano, siempre que se pueda, en determinadas preocupaciones comunes.