De Melilla a Casablanca: así encontró 'Público' a los supervivientes que España devolvió a Marruecos
Este diario publicó en exclusiva imágenes de agentes marroquíes en suelo de Melilla golpeando y llevándose de vuelta a refugiados. Siguiendo el rastro de estas devoluciones se obtuvieron los primeros testimonios sobre los hechos.
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madrid, Actualizado:
Días después de que las terribles imágenes sobre la tragedia de Melilla dieran la vuelta al mundo, la información sobre lo que había ocurrido en el paso fronterizo del Barrio Chino era escasa y confusa. Marruecos hablaba de 23 personas muertas –cifra que no ha modificado desde entonces– mientras que varias ONG en terreno ya contaban 37 fallecidos.
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Salvo los 133 supervivientes que lograron llegar al CETI de Melilla y el número de agentes españoles heridos, el Ministerio de Interior no había aportado más datos. Estaba claro que se trataba de una operación muy diferente a las habituales en la valla. Tanto por el nivel de violencia policial como por el número, la organización y el país de procedencia de los migrantes que intentaron cruzar.
Agentes marroquíes en suelo español
Dos días después de la tragedia, Público consiguió en exclusiva imágenes de agentes marroquíes actuando en suelo español con total connivencia con los agentes españoles. Un vídeo y varias fotografías del fotoperiodista Javier Bernardo mostraban a los gendarmes golpeando y llevándose a varias personas migrantes que ya estaban totalmente en el lado español.
El Ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, negó que esos hechos hubieran sucedido cuando fue preguntado en el Congreso por el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu. Fue la primera prueba de que Interior estaba ocultado información vital sobre una tragedia con irregularidades.
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Meses después, Marlaska acabó reconociendo en el Congreso que hubo presencia marroquí en el lado español de la valla, aunque los agentes no actuaron, lo que también era falso, según estas imágenes. Solo dio estas explicaciones después de que la BBC utilizara las imágenes de Público en su primera investigación sobre los hechos.
Devoluciones en caliente
Hasta la publicación de esa exclusiva, Interior no reconoció que se habían producido devoluciones en caliente o "rechazos en frontera", como los denomina la ley mordaza. Al principio dijo que alrededor de cien personas –todas potenciales refugiados– fueron devueltas a Marruecos.
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El Defensor del Pueblo acabó verificando que en realidad fueron 470. La investigación de este organismo ha terminado con discrepancias con el Ministerio en cuanto a la legalidad de estas devoluciones, que también son ilegales para Naciones Unidas.
Público llegó a Melilla cuatro días después de la tragedia. A través de una rendija del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), pudo hablar con varios supervivientes. Relataban una violencia extrema de los agentes españoles y marroquíes y una total ausencia de atención médica durante la tragedia. No conocían el número de muertos ni si sus amigos seguían vivos. Algunos ya apuntaban a detenciones masivas en Marruecos y a traslados forzosos de los supervivientes al sur del país.
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Heridos durmiendo entre cartones en Casablanca
Cuando Público llegó a Nador, apenas quedaban migrantes en la ciudad. En los montes solo había restos de la batalla campal previa con los agentes marroquíes. La mayoría habían sido trasladados en autobuses a lejanas ciudades, según los testimonios conseguidos. Casablanca era la ciudad más repetida por los entrevistados.
A principios de julio, Público se desplazó a Casablanca donde recogió más de una decena de testimonios de supervivientes devueltos a Marruecos desde el lado español de la valla. Junto a RTVE y Eldiario.es, este periódico publicó los primeros relatos de los supervivientes. Entre los devueltos había varios menores de edad y personas heridas durante el intento de salto.
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Tras recopilar los testimonios en un lugar seguro, varios de los supervivientes mostraron a Público el sitio donde se refugiaban: una escuela abandonada a las afueras de Casablanca. Allí, entre basura y sobre cartones, cientos de personas pasaban los días sin apenas comida. Un gran número mostraba todo tipo de heridas consecuencia de la actuación policial. La mayoría eran de Sudán y, de no haber sido devueltos por la Guardia Civil, habrían podido pedir asilo en España.
Todos relataban que fueron golpeados, maniatados y subidos a la fuerza a autobuses varias horas después de la tragedia. Muchos aseguraban que había heridos graves entre los devueltos y que acabaron en diferentes ciudades a cientos de kilómetros de la frontera. Otros relataban que fueron conducidos al desierto argelino, aunque lograron regresar y reunirse con sus compañeros. Muchos continúan allí un año después de ser devueltos por España. Marlaska ha seguido defendiendo la legalidad de estas devoluciones.