La intrahistoria de la diplomacia dentro del Gobierno para rebajar la tensión por el envío de armas a Ucrania

El envío de armas a Ucrania casi logra abrir una crisis sin precedentes en el Gobierno de coalición a raíz de las discrepancias entre la parte socialista del Ejecutivo y las ministras de Podemos, por un lado; y también a raíz de las discrepancias en el seno de Unidas Podemos, por otro. Sin embargo, parece que esta tensión se ha reconducido en los últimos días y, pese a que Podemos mantiene su rechazo al envío de armas a la resistencia ucraniana, el choque entre ambas partes se ha rebajado.

Entre el domingo por la tarde (cuando la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, llama "partidos de la guerra" a las organizaciones que instan a enviar armas) y el lunes al mediodía (cuando la portavoz de Podemos, Isa Serra, especifica que Belarra no se refería al PSOE y le dice a Pedro Sánchez que cuenta con el apoyo de la formación morada a la hora de afrontar el conflicto) hay un mundo y varias conversaciones.

El lunes, según han confirmado fuentes del Ejecutivo de coalición a Público, se producen contactos tanto en el seno del Gobierno como en el de Unidas Podemos que reconducen la situación y, finalmente, logran evitar el choque frontal.

Por la mañana tiene lugar una conversación entre la ministra de Igualdad y secretaria de Acción Política de Podemos, Irene Montero, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños. La titular de Igualdad le explica a Bolaños que la intención de la formación morada es la de rebajar la tensión que se había ido incrementado desde el miércoles de la semana pasada, cuando Sánchez dio un giro en su posición y anunció el envío de armas por parte de España a Ucrania.

Montero le recuerda a Bolaños que ese lunes hay Ejecutiva del partido y que, posteriormente, las portavoces saldrán a dar una rueda de prensa. Al mediodía, en esa rueda de prensa, Isa Serra explica que Ione Belarra no se refería al PSOE cuando el día anterior habló de "partidos de la guerra" y manda un mensaje claro al presidente: "Sánchez sabe que en estos momentos difíciles puede contar con Podemos".

El ministro de la Presidencia agradece el gesto de la formación morada y le traslada a la titular de Igualdad que se va a encargar de que el PSOE acompañe esta desescalada de la tensión y de que ningún portavoz ni dirigente socialista confronte en sus declaraciones públicas con las ministras de Podemos (apenas unas horas después de las palabras de Belarra).

Sánchez y Montero escenifican el acercamiento

El acercamiento entre ambas partes se cierra con un anuncio posterior de La Moncloa dirigido a Montero y a Belarra: el presidente del Gobierno asistirá el lunes por la tarde al acto institucional por el Día de las Mujeres organizado por el Ministerio de Igualdad en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Allí se escenifica la unidad con la entrada al acto de Pedro Sánchez junto a Irene Montero.

La de Bolaños y la ministra de Igualdad no fue la única conversación que se produjo en el seno del Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, habló con Belarra también con el objetivo de rebajar la tensión, no solo en el seno del Ejecutivo, sino también en Unidas Podemos.

Desde la formación morada hace tiempo que se le pide a la ministra de Trabajo que participe activamente en el liderazgo del espacio y, según se apunta, se considera un buen gesto que Díaz haya tomado la iniciativa para reconducir una discrepancia que está tensionando sobremanera a Unidas Podemos.

Aunque la conversación entre la vicepresidenta y Belarra allanó el camino a rebajar la tensión, se sigue sin convocar la mesa confederal de UP, el foro que coordina la acción de las organizaciones que conforman el espacio, para tratar de articular una posición conjunta (aunque sea de mínimos y se mantengan discrepancias) en torno al envío de armas a Ucrania. 

Este viernes Podemos celebra un Consejo Ciudadano Estatal para fijar su posición como partido y, como ya se ha dejado claro desde la formación, van a seguir apostando de forma clara por rechazar el envío de armas, aunque de momento se haya logrado evitar que esta discrepancia abra una brecha importante en el Gobierno de coalición.