La izquierda alternativa busca espacio en la Galicia del PP entre al auge del BNG y el declive del PSOE
Un año después de las autonómicas del 18F, Anova confirma su viraje hacia el Bloque, mientras Podemos y
Sumar construyen organización manteniendo distancias y sin apenas contacto mutuo ni con EU.

A Coruña--Actualizado a
La izquierda alternativa, que durante la segunda mitad de la década pasada lideró en Galicia el espacio electoral progresista y que llegó a arrebatarle el poder en algunas de las ciudades más grandes del país al PP de Alberto Núñez Feijóo, se mantiene en proceso de reorganización un año después de las elecciones autonómicas que certificaron el fracaso definitivo de aquel proyecto, junto al auge del BNG y el declive del PSOE.
En los comicios del 18 de febrero de 2024, cuatro años después de haber quedado fuera del Parlamento de Galicia, la coalición de Sumar y Esquerda Unida-Izquierda Unida se quedó sin escaños y con 29.000 votos, seis veces menos que los que la formación de Yolanda Díaz había obtenido en las generales de 2023. El BNG subió a 25 actas y el PSOE cayó a nueve.
Podemos obtuvo 4.400 sufragios, casi cien veces menos que los más de 408.000 que su alianza con EU, Anova y En Marea se había llevado en las de 2015, cuando lograron seis escaños en el Congreso. Uno de ellos había sido el de la propia Díaz, el de su estreno como diputada estatal.
“Aquel espacio fue trascendental y fundamental para conseguir un Gobierno alternativo en el Estado, funcionó como garantía frente a la derecha y la extrema derecha. Pero ahora esa fortaleza se ha transformado en debilidad, y el riesgo es precisamente el contrario: que esa debilidad permita el ascenso de la ultraderecha”, explica Martiño Noriega.
Es el portavoz nacional de Anova, la formación fundada por Xosé Manuel Beiras y quienes le acompañaron en su salida del BNG en 2012, y cuya estrategia pasa ahora no por la reconstrucción de aquel espacio de unidad con la izquierda estatal, sino por fortalecer el ascenso del nacionalismo que lidera Ana Pontón.
Noriega arrabetó al PP en 2015 la Alcaldía de Santiago con Compostela Aberta, que mantiene hoy en la capital gallega dos de los diez concejales que llegó a tener en esa legislatura, y que sostienen junto al PSOE el Gobierno en solitario del BNG de la regidora Goretti Sanmartín.
Compostela Aberta es la única de las grandes formaciones locales de aquel movimiento de mareas de izquierda alternativa que entre 2015 y 2019 gobernó también en A Coruña y en Ferrol. Las que aún quedan con alcalde, como en las localidades coruñesas de Sada y Rianxo, o con influencia en los gobiernos locales, también están vinculadas a Anova.
Precisamente, la aproximación de Anova al BNG pasa por resolver la cuestión local de esas mareas en villas medianas de cara a los comicios de 2027. Noriega asegura que no hay posibilidad de recuperar la sociedad con Podemos, EU y Sumar, y sí "cooperación, sintonía y línea abierta" con el Bloque para tratarlo a lo largo de este año.
Sin comunicación entre Sumar y Podemos
Entre Podemos y Sumar tampoco no existe línea de comunicación más allá de la cortesía, ni sus responsables creen que pueda haberla en un futuro próximo. Ambas formaciones se presentaron por separado al 18F, cuya precampaña coincidió con la ruptura del grupo parlamentario en el Congreso y la salida de las diputadas de Podemos al Grupo Mixto.
"En Galicia hemos dado un salto adelante constituyéndonos como organización, con presencia sostenida en el ámbito local, capilarizando el Movemento Sumar Galicia", explica Paulo Carlos López, secretario xeral de la formación, que preside la diputada Verónica Martínez Barbero, exdirectora general de Trabajo en el ministerio de Yolanda Díaz y portavoz de Sumar en la Cámara Baja.
"Tenemos tiempo para fortalecernos", destaca Paulo Carlos López, quien cree que ese proceso de construcción del partido debe confirmar a Sumar como "el núcleo de la articulación del espacio de la izquierda alternativa en Galicia, es decir su organización referencial”"
En ese sentido, el secretario xeral destaca también la necesidad de reforzar el liderazgo de Martínez Barbero difundiendo su trabajo en el Congreso y visibilizando los logros del Gobierno del Estado en coalición con el PSOE, para convencer al elector que vota a Sumar en las generales pero que opta por el BNG en las autonómicas, como sucedió en 2024, de que mantenga su apoyo a la formación. "Hay una evidencia empírica: concentrar el voto no garantiza el cambio político", sostiene.
Paulo Carlos López también aboga por restablecer "puentes" que permitan reiniciar la relación con Podemos, aunque en la formación de Ione Belarra se toman con cautela esa posibilidad, porque aseguran que ellas también están reorganizando y reconstruyendo su partido en Galicia, y que hasta que ese proceso no termine, no se plantearán nuevos escenarios.
"Además, tenemos muy claro que las fórmulas anteriores fracasaron y que no tiene sentido repetirlas”, dice Isabel Faraldo, nueva coordinadora nacional de Podemos Galicia, quien advierte de que ¿"a Podemos no se le pueden dar lecciones de trabajo por la unidad de la izquierda". “Si alguna virtud hemos tenido en estos últimos años ha sido la de ser muy generosas con todos nuestros socios”, recuerda.
Faraldo sostiene que, al margen del proceso de reconstrucción y reorganización interna, Podemos tiene un proyecto propio para Galicia y para combatir, aún desde fuera del Parlamento autonómico, la pérdida de derechos y servicios públicos derivados de los gobiernos del PP en la Xunta, que están dejando, a su juicio, "un país invertebrado y atacado", contra su lengua, su territorio y su riqueza natural, como sucede con planes industriales como los de la celulosa de Altri o los parques eólicos de las grandes compañías eléctricas.
"Sin Podemos no hay cambio"
"Después de que nos dieran tantas veces por muertos, hemos demostrado otra vez que estamos aquí para quedarnos, y que sin Podemos no hay cambio. Y no nos importan tanto las fórmulas electorales como los programas. Hacemos falta porque somos esa fuerza transformadora que no tiene miedo a cumplirlos con valentía", concluye.
Tanto Podemos como Sumar y como Anova aseguran que apenas existen contactos con Esquerda Unida más allá de los que sostienen de vez en cuando aquellos cuadros que lo hacen a nivel personal porque estrecharon relaciones durante la época de la unidad. Tras la publicación de este artículo, Público pudo contactar con la coordinadora nacional de esa formación y exvicepresidenta del Parlamento de Galicia, Eva Solla, quien, aunque aboga también por la unidad de la izquierda alternativa, se muestra consciente de las dificultades de lograrla.
"Aquellos pactos obedecieron a circunstancias coyunturales y no estabilizaron las relaciones entre organizaciones. Los acuerdos que pretendan tener carácter duradero deben surgir del trabajo conjunto continuado en el frente político y en el frente social", explica Solla. También ve complicado, pero no imposible, recuperar la confianza del electorado del espacio que antes apoyaba a la izquierda alternativa y que hoy está del lado del BNG: "El electorado no es de nadie. Es posible volver a atraerlo, pero para eso hace falta estabilidad, ausencia de conflictos entre organizaciones, un programa convincente y candidatos y candidatas que, aun no siendo muy conocidas, sean capaces de transmitir confianza".
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