Mazón toma aliento tras el pacto con Vox mientras la vieja guardia del PP valenciano carga contra él
El president valenciano reta a Sánchez: "Y yo tengo lo que hay que tener", saca pecho de su pacto presupuestario con Vox e intentar aparentar fortaleza y normalidad.

València--Actualizado a
"Tenemos lo que hay que tener. Sánchez, no". Era lunes, Carlos Mazón había alargado el fin de semana con un acto en Alacant, su tierra, como ya es su tradición —y más después de la DANA—. Jugaba en casa, tal como explicó el alcalde, Luis Barcala —aunque, internamente, son enemigos acérrimos: la procesión va por dentro—. Arropado por los suyos, Mazón se vino arriba, hecho un milhombres, y lanzó este desafío al presidente del gobierno español: a diferencia de Pedro Sánchez, él sí que tiene un pacto cerrado para aprobar los presupuestos.
Formalmente, el acto tenía la vivienda como hilo conductor, pero a penas se habló de ello. El objetivo era subir la moral de Mazón, y toda la teatralización se encaminó a este extremo. Mazón incluso recibió ovaciones.
Elías Bendodo, responsable de estrategia de la dirección del PP y mano derecha de Núñez Feijóo, bendecía la puesta en escena. Si no fuera porque no se conoce ningún intento de Bendodo de representar a España en Eurovisión, podríamos decir que su trayectoria política es una gota de agua de la de Mazón. Ambos hicieron migas como presidentes de las diputaciones provinciales de Málaga y Alacant, respectivamente, nacieron el mismo año y llevan, asimismo, toda su vida laboral cotizada en la política.
Mazón presume de pacto presupuestario con Vox, su mejor y casi único aliado. El president estuvo desaparecido hasta el último minuto durante las Fallas y, de la misma manera, no acudió el domingo al acto central de las fiestas de la Magdalena de Castelló, la Romeria de les Canyes, un hecho inédito.
Como también es habitual, su agenda oficial —pública, según la ley— mantiene el secretismo y no se difunde hasta el último momento o con el toro pasado, pero desde el Consell se deja abierta la posibilidad que finalmente acuda a las fiestas de Castelló. ¿Será por sorpresa y en el último minuto, fuera del radar de la ciudadanía que asiste a ellas, como en las Fallas?
La alianza con Vox es para Mazón como las espinacas para Popeye. Durante la sesión de control en las Corts, este miércoles, las derechas se aliaron para dejar al PSPV-PSOE sin presencia en la Mesa. La exconsellera Gabriela Bravo había abandonado su escaño y se aventuraba que se la substituiría por alguien con su misma afiliación partidista.
No ha sido así. El enfado de los socialistas, como es lógico, ha sido monumental, y su portavoz, José Muñoz, no ha parado de reclamar la dimisión de Mazón y la convocatoria de elecciones. Ahora bien, los socialistas siguen sin coger el guante de Compromís para presentar una moción de censura.
Igual de agrio o más incluso ha sido el enfrentamiento de Mazón con el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. El líder de los valencianistas no podría haber sido más explícito: "(el discurso de Mazón) me ha hecho venir arcadas y ganas irreprimibles de vomitar".
Compromís había anunciado una iniciativa para retirar el sueldo y los privilegios de expresident para cuando Mazón tenga que abandonar la presidencia. Confrontación directa. Si Mazón, para anunciar el pacto con Vox, culpó a los inmigrantes —en general y responsabilizándolos como colectivo de todos los actos de vandalismo— de los saqueos que se produjeron después de la DANA, Baldoví, durante la sesión de control, después de relatar como ejemplo un caso —de tantos— ocurrido en Catarroja, donde unos valencianos de origen magrebí aquel día estuvieron ayudando a sus vecinos de las plantas bajas, instó a Mazón a explicar dónde estaba él mientras tanto.
Mazón, eso sí, se ceñía a su guion y centraba los ataques en Pedro Sánchez. Él sí que tiene "lo que hay que tener". Es decir, un presupuesto. Aunque llegue medio año más tarde de cuando es habitual presentarlo.
La Junta de Síndics de las Corts ha marcado el 29 de mayo —cuando se cumplirán siete meses de la DANA— para su aprobación. A diferencia de los ejercicios que lleva hasta ahora Mazón en el poder, durante las dos legislaturas anteriores de gobiernos progresistas siempre se aprobaron las cuentas sin necesidad de prorrogar las anteriores.
Para otra fecha señalada en referencia a la DANA, está marcado el congreso de los populares europeos, que se celebrará en València entre el 29 y el 30 de abril, justo medio año después de la tragedia. ¿Qué papel tendrá Mazón en el conclave? Aún no se ha desvelado, pero no parece que será muy protagonista.
Mazón intenta aparentar normalidad, pero, si bien el pacto presupuestario con Vox le ha proporcionado cierto aliento, y el acto de Alacant también cierta escenificación, la realidad es que el PP valenciano vive una calma tensa. El expresident Francisco Camps, renacido como el ave fénix, sigue exigiendo un congreso. La dirección estatal, sin embargo, lo niega y aplaza el cónclave a 2026.
Isabel Bonig, quien fuera la candidata del PP a la presidencia de la Generalitat en 2019, ha declarado, en una entrevista en El País de domingo pasado, que "la etapa de los escándalos de corrupción fue muy dura, pero creo que lo de ahora es mucho peor", ya que "ahora hay muertos".
A Bonig le tocó hacerse cargo de las riendas del partido en 2015, justo después de perder la Generalitat (y casi todos los ayuntamientos importantes) a manos de la izquierda, y combatir la mochila de todos los casos de corrupción que marcaron sobre todo los últimos años de los gobiernos del PP.
Los resultados de Bonig en 2019 fueron bien discretos, cuando el PP estuvo a punto de verse superado por Ciudadanos, aunque también es cierto que se trataba de una tendencia global de aquellas elecciones. En 2021, Pablo Casado y Teodoro García Egea, desde Génova, impusieron un cambio de liderazgo en el partido y señalaron como recambio quien entonces era el president de la Diputación de Alacant: Carlos Mazón.
Mazón, a diferencia de Bonig, no había dado la cara por el partido durante los años duros de la pérdida de poder y el recuerdo demasiado reciente de la corrupción. Antes al contrario: a punto estuvo de fichar por Ciudadanos en 2019 como candidato al ayuntamiento de Alacant.
Mazón es hijo político de Eduardo Zaplana y Ciudadanos, en la demarcación del sur valenciano, también. La venganza es un plato que se sirve frío y Bonig, formalmente retirada de la política desde su defenestración, tenía, por lo menos, reservadas para Mazón unas palabras tan duras como las que ahora ha pronunciado.
Pero Mazón no puede tampoco presumir de una luna de miel con los sectores empresariales valencianos, como sí que hacía durante su mandato antes de la DANA. Una de las primeras versiones que dio Mazón de lo que posteriormente se supo de la comida del restaurante El Ventorro era que estaba reunido con Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana, quien se apresuró a desmentirlo.
Se acabó el amor. Esta semana, de hecho, Navarro le ha lanzado otra pullita a Mazón, desde los micrófonos de À Punt: no es bueno para la economía que un president de la Generalitat no pueda asistir con normalidad a actos oficiales o a fiestas como las Fallas. Si Mazón quería dar una imagen de normalidad, Navarro definía la situación política como todo lo contrario, como inestable, cosa que, obviamente, no valoraba como positiva para su sector.
Fuego amigo, se mire como se mire. Otro campo de batalla que el nuevo Mazón al ataque quiere explorar es el de las víctimas. La semana pasada escenificó un encuentro improvisado y fortuito de unos minutos con algunas de ellas que se encontraban protestando a las puertas del Palau de la Generalitat.
Unos asesores de Mazón las instaron a pasar un momento y Mazón se dejó ver con ellos. Las asociaciones, sin embargo, se desmarcaron de aquel acto, con palabras muy duras. Mazón se ha comprometido a escucharlas a todas, pero por ahora no se ha concretado en nada.
Mientras tanto, los movimientos sociales y las asociaciones de víctimas se manifestarán este sábado, 29 de marzo, cuando se cumplirán cinco meses de la tragedia, nuevamente por las calles de València para pedir la dimisión de Mazón. Será ya la sexta vez que se producirá una manifestación con el punto central de pedir la dimisión de Mazón por su gestión de la DANA en este menos de medio año que ha pasado desde entonces.
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