El seguidismo de Abascal a Trump divide a Vox y agranda la brecha con el PP
Los de Feijóo aprovechan la posición de Vox con Trump para marcar distancias con una extrema derecha de la que dependen en comunidades y ayuntamientos.

Madrid--Actualizado a
Que el segundo mandato de Donald Trump podría desmontar el discurso "patriótico" y defensa nacional de Vox era algo que casi todos esperaban. Lo que ha sorprendido, dentro y fuera del partido, es el seguidismo de Santiago Abascal al presidente de Estados Unidos. Ni siquiera la bronca en la Casa Blanca a Volodímir Zelenski ha hecho que el líder de Vox marque distancias con Trump. En sus filas cada vez son más los críticos con esta posición y en el Partido Popular la aprovechan alejarse de una extrema derecha de la que todavía dependen en comunidades y ayuntamientos.
Pese a que los de Abascal defienden que su respaldo a la soberanía de Ucrania es absoluto, lo cierto es que desde que Trump irrumpió en el tablero internacional —para intentar sellar un acuerdo de paz que desprecia a Europa y solo contenta a Putin— en Vox se han alineado con él para lanzarse a una ofensiva contra los líderes europeos, que tratan de dar una respuesta coordinada.
Este lunes, el portavoz nacional de la formación ultra, José Antonio Fúster, explicaba así cómo ve Vox el episodio que se vivió en Washington el viernes pasado y que dio la vuelta al mundo: "Prefiero a gente sin formas o con las formas un poco torcidas si trabajan por la paz antes que a hipócritas que tienen unas formas exquisitas pero que están haciendo otra cosa bien diferente, en contra del pueblo ucraniano".
Y añadió: "Trump es aliado nuestro para muchas muchas cosas, como la lucha contra la ideología woke, pero no para todas". Una respuesta con la que Fúster ha tratado de calmar al cada vez más ruidoso sector de Vox que recela de su complicidad con el presidente de Estados Unidos.
La semana pasada, Javier Ortega Smith, actual portavoz del partido en el ayuntamiento de Madrid y exhombre fuerte de Abascal, defendía en una entrevista en Onda Madrid que Vox no podía "comprar todas las políticas de Trump" ni perder la "libertad para criticar lo que perjudique a España". Este lunes, en ABC, era Inés Cañizares, vicealcaldesa de Toledo, quien alzaba la voz: "Abascal no se puede plegar a todo el trumpismo, a todo lo que Trump diga, si está diciendo cosas que nos están perjudicando". Entre medias, el exdiputado Agustín Rosety, militar de profesión, se daba de baja del partido después de varios días criticando su sumisión al inquilino de la Casa Blanca. "Ser un patriota no es ser un lamebotas de Trump", llegó a escribir en sus redes sociales.
El PP lo aprovecha: "Hacen oposición a Zelenski"
En el PP, que llevan meses viendo como Vox sube en las encuestas, han encontrado en la sumisión a Trump una vía por la que cerrar el paso a la extrema derecha. "En lo que tú le haces oposición a Zelenski y a Feijóo, el PP se la seguirá haciendo a Sánchez y a Putin", le lanzaba este lunes Borja Sémper a Abascal después de que este acusase a Feijóo de "sostener" al presidente del Gobierno en política internacional.
Los populares están convencidos de que tanto la amenaza arancelaria de Trump como su alianza con Putin para poner fin a la guerra de Ucrania les saldrán "caro" a Vox si sigue alineándose con él. En este sentido, el presidente nacional del PP salió rápido a apoyar a Zelenski tras la tensa reunión Trump —retransmitida en directo—. Poco a poco y empujado por los acontecimientos, Feijóo está dejando atrás la indefinición con el líder ultraderechista, sobre el que hasta hace pocas semanas no quería pronunciarse.
Este jueves viajará a Bruselas para participar en una reunión del Partido Popular Europeo (PPP) en la que se abordará la situación de la guerra en Ucrania. Feijóo ha dicho ya que tiene que ser una "paz justa", rechazando el plan de Trump.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.